La Mezquita-Catedral de Córdoba, un monumento Patrimonio de la Humanidad, alberga un vasto patrimonio histórico y artístico que requiere medidas de protección ante posibles catástrofes. En este contexto, se ha implementado un plan de salvaguarda que incluye la identificación de 68 piezas clave que serían rescatadas en caso de emergencia. Este artículo explora las medidas adoptadas para proteger este invaluable patrimonio y los tesoros que se consideran prioritarios para su salvaguarda.
La importancia de la salvaguarda del patrimonio
La Mezquita-Catedral no solo es un símbolo de la ciudad de Córdoba, sino que también representa un legado cultural que ha perdurado a lo largo de los siglos. Sin embargo, la historia ha demostrado que este tipo de monumentos son vulnerables a desastres, como incendios o inundaciones. Un ejemplo trágico fue el incendio del Archivo de la Mezquita-Catedral en 2001, que destruyó una parte significativa de su colección. Este evento subrayó la necesidad de establecer un protocolo de emergencia que garantice la protección de las obras más valiosas.
El presidente de Icomos España, Juan Carlos Molina, ha destacado la existencia de un espacio seguro, conocido como el “arca de Noé”, donde se trasladarían las obras de arte en caso de un siniestro. Este espacio está diseñado para ser controlado y seguro, con cámaras de vigilancia que garantizan la protección de las piezas. Las 68 obras seleccionadas para la salvaguarda incluyen piezas de gran valor histórico, como la Virgen de Villaviciosa del siglo XIV y documentos únicos, como una carta autógrafa de Santa Teresa.
Cada una de estas obras cuenta con una ficha de salvaguarda que detalla su localización, la prioridad de rescate y el plano de evacuación. Esta información es crucial para los equipos de emergencia, que deben actuar rápidamente en caso de un incidente. Agustín Moreno, canónigo de la comisión de seguridad del Cabildo, ha enfatizado que la prioridad siempre será la seguridad de las personas, seguido de la protección del patrimonio.
Medidas de seguridad implementadas
El Plan director del monumento, actualizado en 2020, ha establecido un conjunto de medidas de seguridad que buscan prevenir y mitigar los daños en caso de un siniestro. Las fichas de salvaguarda se encuentran en un maletín precintado, accesible solo para el jefe de emergencia y otros responsables designados. En caso de un incendio, el jefe de bomberos coordinará la evacuación de las obras, asegurando que se sigan los protocolos establecidos.
Además, se han implementado sistemas de seguridad avanzados en el Archivo de la Catedral. Tras el incendio de 2001, se instalaron muros de contención y puertas reforzadas para evitar la propagación del fuego. También se ha incorporado un sistema de extinción con gas Novec, conocido como “el agua que no moja”, que se activa automáticamente en caso de incendio. Esta tecnología ha sido adoptada por otras instituciones de renombre, como la Biblioteca Nacional de España, y representa una inversión significativa en la protección del patrimonio.
El Archivo de la Catedral es uno de los más importantes de España, con alrededor de 4,000 piezas, incluyendo 600 incunables y casi 200 códices. Entre sus joyas se encuentra el Esmaragdo, un códice que perteneció a la reina Isabel La Católica, y el Álbaro Cordubense, un libro único en el mundo. La preservación de estos documentos es vital, y el plan de emergencia también contempla la creación de un protocolo para la recuperación de libros y documentos en caso de daños por agua o fuego.
La importancia de la educación y la concienciación
La protección del patrimonio no solo depende de las medidas físicas implementadas, sino también de la educación y la concienciación de la comunidad. Es fundamental que tanto los trabajadores del monumento como los visitantes comprendan la importancia de preservar estas obras y las medidas de seguridad que se han establecido. La formación continua del personal y la sensibilización del público son aspectos clave para garantizar que el patrimonio cultural de Córdoba se mantenga a salvo para las futuras generaciones.
En resumen, la Mezquita-Catedral de Córdoba ha tomado medidas significativas para proteger su patrimonio ante posibles catástrofes. Con un plan de salvaguarda bien estructurado y la implementación de tecnologías avanzadas, se busca garantizar la seguridad de las obras más valiosas. La colaboración entre las autoridades, los expertos en patrimonio y la comunidad es esencial para asegurar que este legado cultural perdure en el tiempo.