Banco Sabadell ha cerrado los primeros nueve meses de 2025 con un beneficio neto atribuido de 1.390 millones de euros, lo que representa un incremento del 7,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este resultado no solo marca un nuevo récord para la entidad, sino que también consolida su trayectoria de crecimiento tras el intento fallido de opa hostil por parte de BBVA, que se extendió desde mayo de 2024 hasta octubre de 2025. En el tercer trimestre, el beneficio neto alcanzó los 414 millones de euros, lo que significa una disminución del 14,8% respecto al segundo trimestre, aunque se mantiene alineado con los objetivos anuales establecidos por el banco.
La rentabilidad sobre el capital tangible (RoTE) reportada se situó en el 15%, mientras que el RoTE recurrente alcanzó el 14,1%, con expectativas de cerrar el ejercicio en un 14,5%. Este desempeño positivo ha llevado al Consejo de Administración a aprobar un segundo dividendo a cuenta de 7 céntimos de euro por acción, que se abonará el 29 de diciembre. Este dividendo se suma al primer dividendo del mismo importe pagado en agosto, lo que eleva la remuneración total al accionista con cargo a 2025 a 1.450 millones de euros, superando los 1.300 millones inicialmente previstos. César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, ha destacado que la mejora en la retribución prevista para 2025 se incluirá en la presentación de resultados del tercer trimestre, asegurando que los accionistas tengan la información más actualizada para tomar decisiones.
Josep Oliu, presidente del banco, ha defendido el modelo independiente de Sabadell, afirmando que “nuestro modelo genera capital de forma orgánica y lo convierte en valor para el accionista”. Este enfoque ha permitido al banco planificar un reparto récord de 3.600 millones de euros a sus accionistas entre diciembre de 2025 y mayo de 2026, que incluye 1.450 millones de retribución ordinaria y 2.500 millones extraordinarios procedentes de la venta de TSB. Esta cifra representa más del 20% de la capitalización bursátil del banco, que se situó en 14.500 millones de euros a cierre del 11 de noviembre. Según el plan estratégico aprobado en julio, la retribución total entre 2025 y 2027 alcanzará los 6.450 millones de euros, con un dividendo en efectivo por acción que superará el de 2024.
En términos de rentabilidad y capital, la ratio CET1 fully-loaded se elevó al 13,7%, con una generación de capital de 176 puntos básicos en lo que va del año. El banco mantiene un colchón MDA de 486 puntos básicos sobre el mínimo regulatorio, y la ratio de apalancamiento se sitúa en el 5,6%, con un capital total que alcanza el 19,5%. Además, ha generado 49 puntos básicos de capital antes del devengo del dividendo y cuenta con 3.700 millones de euros de capital disponible, proforma de la venta de TSB.
En cuanto al crecimiento del crédito y la mejora de la calidad del activo, el crédito vivo ex–TSB creció un 8,1% interanual, alcanzando los 120.103 millones de euros. En España, el crecimiento fue del 7,6%, con avances en todos los segmentos: hipotecas (+5,6%), consumo (+19%) y empresas (+6,2%). A nivel internacional, México (+10,8%), Miami (+7,5%) y las oficinas en el extranjero (+16,8%) impulsaron este crecimiento. Los recursos totales de clientes ex–TSB aumentaron un 7,8%, alcanzando los 179.330 millones de euros, destacando el crecimiento del ahorro fuera de balance (+15,4%), que ya representa más del 28% del total. La facturación con tarjetas creció un 5% interanual y los terminales de punto de venta (TPVs) también aumentaron un 5%, consolidando la tendencia positiva en medios de pago.
La calidad del activo ha seguido mejorando, con un coste del riesgo total ex–TSB que se situó en 37 puntos básicos, 18 menos que hace un año. La ratio de morosidad del grupo bajó al 2,45%, con una cobertura del 69%. Los activos problemáticos se redujeron un 20% en el último año, y su ratio neta sobre activos totales cayó al 0,8%. En cuanto a los ingresos y costes, el margen de intereses del grupo alcanzó los 3.628 millones de euros, un 3,2% menos que en 2024, pero alineado con el objetivo de cerrar el año en 3.600 millones. Las comisiones crecieron un 2,1%, alcanzando los 1.032 millones, mientras que el margen bruto se mantuvo estable en 4.740 millones. Los costes totales del grupo se redujeron un 1,1% interanual, hasta los 2.282 millones. En el perímetro ex–TSB, el incremento fue del 0,5%, mientras que en TSB los costes cayeron un 5,3%, apoyados por la depreciación de la libra y el plan de eficiencia en Reino Unido.
El margen de intereses del grupo se situó en 3.628 millones de euros a septiembre, un 3,2% menos que en 2024, mientras que el margen bruto alcanzó los 4.740 millones, prácticamente estable (+0,3%). El margen básico cayó un 2%, hasta los 4.659 millones. La presión sobre el margen de clientes fue parcialmente compensada por el crecimiento del crédito y la mejora en el coste de la financiación mayorista. El margen de intereses sobre activos ex–TSB se redujo hasta el 1,79%, frente al 1,85% del trimestre anterior. El grupo mantiene la previsión de cerrar el ejercicio con un margen de intereses ex–TSB de 3.600 millones de euros, en línea con el plan estratégico.
Por su parte, TSB ha mantenido su aportación hasta la venta, contribuyendo con 242 millones al beneficio del grupo en los primeros nueve meses, lo que representa un aumento del 43,9% en comparación con el mismo periodo de 2024. El beneficio neto individual de TSB fue de 198 millones de libras, con un RoTE del 13,8%. El valor tangible en libros creció en 104 millones de libras, lo que influirá en el precio final de venta. El crédito vivo y los depósitos de clientes de TSB se mantuvieron estables, alcanzando 35.800 y 35.200 millones de libras, respectivamente. La ratio CET1 fully-loaded de TSB se situó en el 16,3%, con una cartera hipotecaria de bajo riesgo, donde el 79% de las hipotecas tiene un LTV inferior al 75%.
