En un giro inesperado de los acontecimientos políticos en España, un grupo de trabajadoras sexuales ha lanzado una campaña en redes sociales que busca poner en evidencia lo que consideran la hipocresía del PSOE y su presidente, Pedro Sánchez. Esta iniciativa, impulsada por la asociación Stop Abolición, se centra en la creación de un mapa virtual que señala los prostíbulos y saunas que, según afirman, fueron propiedad de la familia política de Sánchez. La campaña ha generado un intenso debate sobre la legislación abolicionista que se está elaborando desde el Ministerio de Igualdad, liderado por Ana Redondo.
La campaña de Stop Abolición, que se ha denominado “Ruta abolicionista del PSOE”, tiene como objetivo destacar la contradicción entre la postura del Gobierno sobre la prostitución y los vínculos personales de su líder. A través de este mapa, que incluye locales en Madrid y otras ciudades, las trabajadoras sexuales buscan demostrar que la ley que se está preparando no solo es perjudicial para su trabajo, sino que también es incoherente con la realidad de los negocios que han estado vinculados a la familia de Sánchez.
### La Hipocresía del PSOE y la Ley Abolicionista
Las trabajadoras sexuales han criticado abiertamente la ley abolicionista que se está gestando, argumentando que esta legislación no solo criminaliza su trabajo, sino que también ignora las realidades del sector. Según Luna Wine, portavoz de Stop Abolición, la ley representa un ataque directo a la autonomía de las trabajadoras sexuales, quienes defienden su derecho a ejercer su actividad de manera libre y segura. “Queremos señalar la hipocresía de la persecución al trabajo sexual y mostrar la realidad de los locales de Sabiniano: muchos eran clubs hetero, incluso de carretera”, afirma Wine.
La campaña ha cobrado relevancia en un contexto donde el PSOE se enfrenta a críticas por su gestión y por los escándalos que han surgido en torno a algunos de sus miembros. La reciente controversia relacionada con los audios del exministro José Luis Ábalos ha llevado a muchos a cuestionar la sinceridad de las intenciones del Gobierno en relación con la prostitución. La portavoz de Stop Abolición ha señalado que la agenda abolicionista de la ministra Redondo podría ser vista como un intento de desviar la atención de estos escándalos, lo que añade una capa de complejidad a la discusión sobre la prostitución en España.
### La Resistencia de las Trabajadoras Sexuales
A pesar de la presión política y social, las trabajadoras sexuales han decidido alzar la voz y organizarse en defensa de sus derechos. La campaña de Stop Abolición no solo busca visibilizar la hipocresía del PSOE, sino que también pretende crear un espacio de diálogo sobre las necesidades y derechos de las personas que ejercen el trabajo sexual. La asociación argumenta que la ley abolicionista no solo es ineficaz, sino que también puede tener consecuencias devastadoras para quienes dependen de esta actividad para su sustento.
“Nuestro foco está situado sobre los derechos de las personas que ejercen el trabajo sexual: de reconocimiento de su actividad, con sus peculiaridades, más que centrar nuestro enfoque en regular la actividad sin tener en cuenta sus características”, explica Wine. Este enfoque proderechos busca garantizar que las trabajadoras sexuales tengan acceso a servicios de salud, protección legal y un entorno laboral seguro, en lugar de ser criminalizadas por su elección de trabajo.
La campaña ha encontrado eco en diversas plataformas y ha generado un debate más amplio sobre la prostitución en la sociedad española. Las trabajadoras sexuales han instado a la ministra Redondo a escuchar sus voces y a considerar sus perspectivas antes de avanzar con una legislación que podría tener efectos perjudiciales. La falta de diálogo y la exclusión de las trabajadoras sexuales de la discusión sobre su propio futuro han sido puntos críticos en la crítica a la política del PSOE.
En un momento en que el debate sobre la prostitución se intensifica, la “Ruta abolicionista del PSOE” se presenta como un llamado a la reflexión sobre las políticas que afectan a las trabajadoras sexuales. La campaña no solo busca visibilizar la hipocresía del Gobierno, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre los derechos, la autonomía y la dignidad de las personas que eligen ejercer el trabajo sexual. A medida que la discusión avanza, queda claro que la lucha por los derechos de las trabajadoras sexuales está lejos de terminar y que su voz seguirá resonando en el ámbito político y social de España.