El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de España ha tomado una decisión histórica al activar, por primera vez, un mecanismo de retirada obligatoria de aceite de oliva del mercado. Esta medida se implementará si se confirman las previsiones de una cosecha excepcionalmente abundante para la campaña 2025-2026. El objetivo principal de esta acción es evitar la caída drástica de los precios, que podría afectar gravemente a los productores. La consulta pública para la elaboración de la orden ministerial que permitirá esta medida estará abierta hasta el 2 de julio, lo que indica la urgencia y la importancia de la situación actual del mercado del aceite de oliva.
La retirada obligatoria de un porcentaje de aceite del mercado es un instrumento que no se había utilizado anteriormente en España. Sin embargo, cuenta con el respaldo de las principales organizaciones agrarias del país, como Asaja, COAG, UPA y UDU, así como de Cooperativas Agro-alimentarias. Esta medida se basa en el artículo 167 bis del reglamento europeo 1308/2013, que permite a los Estados Miembros establecer normas de comercialización para productos agrícolas, incluyendo el aceite de oliva. Este respaldo es crucial, ya que refleja la necesidad de una acción coordinada para estabilizar el mercado y proteger a los productores.
### Contexto del Mercado del Aceite de Oliva
En los últimos años, el sector del aceite de oliva ha experimentado un escenario sin precedentes. Durante las campañas 2022/23 y 2023/24, la producción fue notablemente escasa, alcanzando solo 666.000 toneladas y 854.500 toneladas, respectivamente. Esta reducción en la oferta llevó a un aumento significativo en los precios, con el aceite de oliva virgen extra (AOVE) alcanzando precios en origen de hasta 9 euros por kilo. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente en la campaña actual, que comenzó en octubre de 2024. La producción ha repuntado a 1,4 millones de toneladas, lo que ha provocado una caída en el precio en origen hasta los 3,59 euros por kilo.
El secretario general de UPA, Cristóbal Cano, ha señalado que la especulación en el mercado está afectando los precios, que deberían reflejar la ley de la oferta y la demanda. A pesar de que ya se ha comercializado el 70% del aceite producido en la campaña actual, las proyecciones para la próxima campaña sugieren que la producción podría superar los 1,8 millones de toneladas, lo que podría agravar aún más la presión sobre los precios. Esta situación ha llevado a organizaciones como COAG a presentar denuncias ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para investigar las cotizaciones bajas en origen de las diferentes categorías de aceite de oliva.
### Implicaciones para los Productores y el Sector Agrario
La activación de la retirada obligatoria de aceite de oliva del mercado es vista como una herramienta esencial para estabilizar los precios y garantizar la rentabilidad del sector productor. Rafael Sánchez de Puerta, director general de Dcoop, ha enfatizado la importancia de tener la maquinaria lista para implementar esta medida, ya que es crucial para evitar un colapso en los precios. La situación actual ha llevado a muchos productores a vender su aceite por debajo del coste de producción, lo que pone en riesgo la viabilidad de sus explotaciones.
Asaja y la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero también han expresado su apoyo a esta iniciativa. Según Iñaki Benito, director gerente de la fundación, la medida busca garantizar la rentabilidad del sector productor, proporcionando un “colchón de seguridad” que permita almacenar el producto en caso de que se active la retirada obligatoria. Esta capacidad de almacenamiento, que supera los 300 millones de kilos de aceite de oliva a granel, es fundamental para encontrar un equilibrio en el mercado y evitar que los precios se desplomen aún más.
La situación del aceite de oliva en España es un reflejo de las complejidades del mercado agrícola, donde factores como la producción, la demanda y la especulación juegan un papel crucial. La implementación de medidas como la retirada obligatoria no solo busca proteger a los productores, sino también asegurar la estabilidad del mercado en un contexto donde el aceite de oliva ha sido uno de los productos más inflacionistas de la cesta de la compra. A medida que se avanza hacia la próxima campaña, la atención estará centrada en cómo estas medidas impactarán en el mercado y en la rentabilidad de los agricultores, quienes han estado lidiando con un entorno de precios volátiles y desafíos estructurales en el sector.