En un contexto de creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, el presidente Nicolás Maduro ha lanzado un llamamiento a la defensa nacional, convocando a un proceso de alistamiento de la Milicia Bolivariana. Este movimiento se produce en respuesta a la reciente ofensiva militar estadounidense en el Caribe, que incluye un despliegue naval significativo frente a las costas venezolanas. La situación ha escalado a tal punto que el gobierno de EE.UU. ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Maduro, a quien se le vincula con el narcotráfico.
La jornada de alistamiento, programada para este fin de semana, se llevará a cabo en cuarteles militares, plazas públicas y centros comunales. Maduro ha declarado que espera que alrededor de 4,5 millones de personas participen en esta movilización, que él considera esencial para la defensa de la revolución chavista. En su discurso, enfatizó que la acción es una respuesta a las amenazas del imperialismo y que Venezuela está dispuesta a rechazar cualquier intento de intervención militar.
### El Despliegue Militar de EE.UU. y sus Implicaciones
El reciente despliegue de fuerzas navales de EE.UU. en el Caribe ha generado preocupación en el gobierno venezolano. La flota estadounidense incluye más de 4,500 efectivos a bordo de varios buques de asalto y destructores, así como aviones de patrulla marítima y submarinos. Este movimiento ha sido interpretado por Maduro como una amenaza directa a la soberanía de Venezuela, lo que ha llevado al mandatario a intensificar su retórica antiimperialista.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha declarado que EE.UU. está dispuesto a utilizar “todo su poder” para frenar el tráfico de drogas que proviene de Venezuela. Esta declaración se produce en un momento en que el gobierno estadounidense ha duplicado la recompensa por la captura de Maduro, acusándolo de ser el líder de un cártel narcoterrorista. La presión internacional sobre el régimen venezolano se ha intensificado, y el gobierno de Trump ha dejado claro que considera a Maduro un fugitivo y un criminal.
Maduro, por su parte, ha respondido a estas amenazas con un llamado a la unidad y la movilización de las fuerzas armadas y milicianas. En su discurso, subrayó la importancia de la defensa nacional y la necesidad de que todos los ciudadanos se sumen a la causa. “Venezuela quiere paz, y si Venezuela quiere paz, habrá paz”, afirmó, desafiando abiertamente las acciones de EE.UU.
### La Conexión entre el Chavismo y el Narcotráfico
La situación se complica aún más con la detención de varios funcionarios chavistas por vínculos con el narcotráfico. Recientemente, el parlamentario Julio César Torres fue arrestado por posesión de drogas, sumándose a una lista de altos cargos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que han sido encarcelados por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes. Este escándalo ha puesto en tela de juicio la integridad del gobierno de Maduro y ha alimentado las acusaciones de que el régimen está profundamente involucrado en actividades ilícitas.
Entre los detenidos se encuentran dos diputados y cinco alcaldes, todos ellos vinculados al PSUV. Las autoridades estadounidenses han utilizado estos casos para justificar su intervención y el despliegue militar en la región, argumentando que la corrupción y el narcotráfico están arraigados en el gobierno venezolano. La detención de estos funcionarios ha sido vista como una señal de que el régimen de Maduro está perdiendo el control, tanto interna como externamente.
La combinación de un alistamiento militar nacional y la presión internacional ha creado un clima de incertidumbre en Venezuela. Mientras Maduro intenta consolidar su poder y movilizar a sus seguidores, la comunidad internacional observa con atención los acontecimientos, preguntándose si este será el punto de inflexión que lleve a un cambio en el liderazgo venezolano o si, por el contrario, el régimen logrará mantenerse a flote ante la adversidad.