La exmilitante del PSOE, Leire Díez, compareció ante la comisión del Senado que investiga los contratos relacionados con el caso Koldo, donde reafirmó su postura sobre su relación con Santos Cerdán, exnúmero 3 del partido. Durante su intervención, Díez insistió en que su vínculo con Cerdán no fue de naturaleza política, personal ni de colaboración, sino que se limitó a encuentros ocasionales en la sede del PSOE, Ferraz, en el contexto de actos públicos. Afirmó que sus interacciones con otros miembros del partido fueron las típicas de cualquier militante y negó haber recibido instrucciones del PSOE para investigar a miembros de la Guardia Civil o fiscales.
La exmilitante se defendió de las acusaciones que la vinculan con prácticas de extorsión, afirmando: “No he extorsionado a nadie en mi vida”. Este comentario surgió en respuesta a las preguntas del senador del PP, Joaquín Miranda, quien cuestionó su credibilidad. La tensión aumentó cuando Miranda le pidió que no “contara milongas”, a lo que Díez respondió con firmeza, defendiendo su honorabilidad y su labor como periodista. A lo largo de su comparecencia, reiteró que su intención es publicar una investigación sobre el mal funcionamiento de las instituciones, enfatizando que su trabajo no está destinado a beneficiar al PSOE, sino al Estado de Derecho.
### La Investigación y sus Implicaciones
Díez se encuentra bajo investigación criminal tras la divulgación de audios en los que supuestamente ofrece tratos de favor a empresarios con causas judiciales a cambio de información sobre el teniente coronel de la UCO, Antonio Balas. A pesar de las preguntas sobre el contenido de un pendrive que entregó al PSOE y que ahora está en manos de la Fiscalía, Díez se negó a responder, citando la judicialización del asunto. Esta negativa ha alimentado las especulaciones sobre su implicación en el caso Koldo, que involucra a varios miembros del PSOE y de la Guardia Civil.
Durante su declaración, también se refirió a su relación con el empresario Javier Pérez Dolset, a quien describió como una víctima de la “policía patriótica” y de malas prácticas empresariales. Díez afirmó que su colaboración con Pérez Dolset y otros periodistas tiene como objetivo evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. Sin embargo, negó haber llegado a acuerdos con jueces o fiscales para beneficiar a este empresario a cambio de información sobre la UCO, lo que contradice las acusaciones que se han hecho en su contra.
### Críticas a los Medios de Comunicación
A lo largo de su comparecencia, Díez no solo defendió su labor como periodista, sino que también lanzó críticas hacia ciertos sectores de la prensa. Afirmó que hay periodistas que realizan investigaciones que terminan formando parte de atestados policiales, sugiriendo que estos operan bajo los mismos esquemas que se utilizaron durante el gobierno del PP. Según ella, esto incluye la creación de información que luego se utiliza para abrir causas judiciales, lo que pone en tela de juicio la integridad de algunos medios de comunicación.
Díez aseguró tener en su poder un gran volumen de documentos y audios que respaldan sus afirmaciones sobre la existencia de una “cloaca” en el pasado, aunque no pudo confirmar si actualmente existe algo similar. Su defensa se centró en la idea de que su investigación busca exponer las irregularidades en el funcionamiento de las instituciones, y no en atacar a adversarios políticos.
La comparecencia de Leire Díez ha puesto de manifiesto la complejidad de la situación política en España, donde las acusaciones de corrupción y manipulación de información son temas recurrentes. A medida que avanza la investigación del caso Koldo, la atención se centra en cómo se desarrollarán los acontecimientos y qué implicaciones tendrá para los involucrados, tanto en el PSOE como en las fuerzas de seguridad.
La exmilitante socialista, que ha ocupado varios cargos en el ámbito público y privado, se enfrenta a un futuro incierto mientras continúa defendiendo su labor y su reputación en medio de un clima de desconfianza y acusaciones cruzadas. Su comparecencia en el Senado es solo una parte de un rompecabezas más grande que involucra a múltiples actores y que podría tener repercusiones significativas en la política española.