La historia de Ferran, un joven que llegó a España desde México, pone de manifiesto las complicaciones que pueden surgir en el sistema educativo español debido a la burocracia. A pesar de haber completado su Bachillerato con un notable promedio de 8, Ferran se enfrenta a una pesadilla administrativa que le ha costado un año de su vida académica. La Generalitat de Cataluña no ha convalidado su título de la ESO, lo que le ha impedido presentarse a la selectividad, un paso crucial para acceder a la universidad.
Ferran llegó a Barcelona en el verano de 2023 junto a su familia, quienes habían decidido mudarse a España tras enamorarse de la ciudad. Desde el primer día, sus padres, Carlos y María Teresa, se aseguraron de que su hijo tuviera toda la documentación necesaria para su inscripción en un colegio concertado. Presentaron el título de la ESO que Ferran había obtenido en México, un documento que, según la normativa española, debería ser homologado sin problemas. Sin embargo, un simple trámite burocrático se convirtió en un obstáculo insuperable.
### La Complicada Homologación de Títulos
El proceso de homologación del título de la ESO de Ferran se inició con la esperanza de que todo saldría bien. Sin embargo, la Generalitat decidió resolver negativamente su solicitud apenas doce días antes de los exámenes de selectividad. Este retraso en la comunicación ha dejado a Ferran en una situación desesperante, ya que no pudo hacer nada para remediar la situación antes de que se cerraran las inscripciones para la selectividad.
La razón detrás de la negativa a homologar su título radica en el hecho de que Ferran cursó su educación secundaria a distancia, en un centro de Miami, mientras residía en México. La administración catalana argumenta que no es posible homologar cursos realizados en línea desde el extranjero, a pesar de que durante la pandemia, muchos estudiantes en Cataluña también recibieron educación a distancia. Esta contradicción ha dejado a Ferran y a su familia perplejos, ya que la Generalitat permitió que el joven cursara el Bachillerato sin tener la ESO homologada.
La situación se complica aún más al considerar que la familia había estado en contacto con la administración desde noviembre de 2024, advirtiendo que aún no habían recibido respuesta sobre la homologación. Sin embargo, la Generalitat no comunicó su decisión negativa hasta el 30 de mayo de 2025, lo que ha llevado a la familia a cuestionar la eficiencia y la transparencia del sistema educativo.
### Un Futuro Incierto para Ferran
La frustración de Ferran es palpable. A pesar de su esfuerzo y dedicación, se encuentra atrapado en un laberinto burocrático que le ha costado un año de su vida académica. La única opción que le queda es presentarse a los exámenes de convalidación del título de la ESO en febrero de 2026. Si logra aprobar, su colegio ha prometido otorgarle el título de Bachillerato, lo que le permitiría presentarse a la selectividad en junio de 2026.
Sin embargo, esta solución no es más que un parche temporal. La incertidumbre sobre si podrá obtener su título de la ESO antes de la fecha de su examen de selectividad añade una capa adicional de estrés a su situación. La familia Arriola García ha expresado su indignación ante la falta de respuesta y la ineficiencia del sistema, que ha puesto en riesgo el futuro académico de su hijo.
La historia de Ferran es un claro ejemplo de cómo la burocracia puede afectar la vida de los estudiantes. A pesar de que su caso es singular, refleja un problema más amplio en el sistema educativo español, donde la falta de comunicación y la rigidez de los procedimientos pueden tener consecuencias devastadoras para los jóvenes que buscan construir su futuro. La situación de Ferran no solo es una tragedia personal, sino también un llamado de atención sobre la necesidad de reformar el sistema educativo para hacerlo más accesible y eficiente para todos los estudiantes, independientemente de su origen.
La familia de Ferran sigue luchando por sus derechos y espera que su historia sirva para crear conciencia sobre las dificultades que enfrentan muchos estudiantes en situaciones similares. Mientras tanto, Ferran se aferra a su sueño de convertirse en médico, a pesar de los obstáculos que ha encontrado en su camino.