El 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson, una fecha que busca concienciar sobre esta enfermedad que no discrimina por edad y que afecta a personas de diversas etapas de la vida. En Ceuta, muchos son los diagnosticados que comparten sus experiencias, revelando la complejidad de vivir con esta condición. A través de testimonios de afectados y sus familias, se visibiliza la lucha diaria y la importancia del apoyo comunitario.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta el movimiento y puede manifestarse de diferentes maneras. En Ceuta, la Asociación ADEN se ha convertido en un refugio para muchos, ofreciendo talleres y actividades que ayudan a mejorar la calidad de vida de sus miembros. Entre los testimonios recogidos, se encuentran los de Rosario Ramos, Luis Martín y José Luis Barceló, quienes comparten sus historias de diagnóstico y adaptación.
Rosario, de 70 años, fue la primera en hablar sobre su experiencia. Comenzó a notar temblores en sus manos, pero no les dio importancia hasta que un episodio más grave la llevó a buscar ayuda médica. Su camino no fue fácil; enfrentó una depresión tras recibir un tratamiento inadecuado en Ceuta, lo que la llevó a buscar atención en Sevilla. Gracias a un tratamiento adecuado, ha logrado estabilizar su condición y recuperar parte de su vida. Rosario destaca la importancia de la Asociación ADEN, donde participa en actividades que le han devuelto la alegría y la motivación.
Luis Martín, de 66 años, también comparte su lucha. Recuerda que al principio de su enfermedad, se sentía bloqueado y no podía moverse con facilidad. Sin embargo, gracias a la ayuda de la asociación, ha aprendido a sobrellevar los síntomas y ha encontrado un nuevo propósito en la vida. Luis se siente agradecido por el apoyo que ha recibido y por la comunidad que ha encontrado en ADEN.
Por otro lado, José Luis Barceló, el más joven de los tres con 35 años, fue diagnosticado a los 28 tras una caída que reveló su condición. A pesar de la adversidad, se muestra optimista y motivado por su hija pequeña, quien es su motor para seguir luchando. José Luis reconoce que, aunque el Parkinson limita algunas de sus actividades, su deseo de ser un buen padre lo impulsa a seguir adelante.
La vida cotidiana de quienes padecen Parkinson se ve afectada por la enfermedad de maneras que a menudo son difíciles de imaginar. Rosario menciona que actividades simples, como vestirse o subir a un coche, se han vuelto complicadas. Sin embargo, su actitud positiva y su determinación de no dejarse vencer son inspiradoras. Ella se esfuerza por mantener una apariencia cuidada y disfrutar de su tiempo en la asociación, donde se siente como en casa.
La Asociación ADEN juega un papel crucial en la vida de estos pacientes. Para Rosario, ha sido una salvación; para Luis, un hogar donde puede compartir su experiencia con otros. José Luis también destaca los beneficios de pertenecer a esta comunidad, donde encuentra apoyo emocional y actividades que le ayudan a mantenerse activo y distraído.
El impacto del Parkinson no solo afecta a quienes lo padecen, sino también a sus familias. José María Guerra Ramos y Victoria Santana, hijos de dos mujeres diagnosticadas con la enfermedad, comparten sus experiencias. Ambos han vivido el proceso de ver a sus madres lidiar con los síntomas y el deterioro que la enfermedad puede causar. Victoria menciona que su madre ha estado estable durante años gracias a la medicación, pero el deterioro cognitivo ha sido un desafío reciente. José María, por su parte, habla sobre la incertidumbre que sienten los familiares al recibir un diagnóstico y cómo la asociación les ha proporcionado herramientas para entender mejor la enfermedad y apoyar a sus seres queridos.
La labor de la Asociación ADEN es fundamental, no solo para los pacientes, sino también para sus familias, quienes encuentran en ella un espacio de comprensión y apoyo. La concienciación sobre el Parkinson es vital, ya que esta enfermedad puede manifestarse de maneras distintas en cada persona, y es crucial que la sociedad comprenda su complejidad y el impacto que tiene en la vida de quienes la padecen. La celebración del Día Mundial del Parkinson es una oportunidad para visibilizar estas historias y fomentar la empatía y el apoyo hacia quienes enfrentan esta enfermedad.