La playa de Benítez, ubicada en Ceuta, se ha convertido en un punto de controversia para sus residentes debido a la proliferación de algas invasoras que han afectado la calidad del agua y la experiencia de los bañistas. Desde hace semanas, los vecinos han expresado su descontento por la situación, que se repite cada año, y que ha llevado a muchos a renunciar a disfrutar de este espacio natural. La alga invasora Rugulopterix okamurae, originaria de Japón, ha invadido la zona, generando olores desagradables y un ambiente poco propicio para el baño.
La situación ha sido especialmente crítica en los últimos días, donde los cúmulos de algas de color marrón han cubierto gran parte del arenal, haciendo que los residentes se sientan frustrados y decepcionados. “Huele a podrido. Entre eso y las moscas que se ven, es imposible meterse”, comentan los vecinos, quienes añaden que la playa, que debería ser un lugar de disfrute, se ha convertido en un espacio que evitan. La indignación es palpable entre los residentes, quienes sienten que sus quejas no son escuchadas y que la limpieza de la playa no se lleva a cabo de manera adecuada.
### La Gestión de las Algas Invasoras
La problemática de las algas invasoras no es nueva en la playa de Benítez. Los residentes han reportado episodios similares en años anteriores, donde la solución ofrecida por las autoridades fue insuficiente. En 2024, por ejemplo, se realizó una extracción parcial de las algas, pero el problema persistió, ya que una parte del cúmulo quedó enterrada bajo una capa de arena, lo que no resolvió la situación. Los vecinos han señalado que, a pesar de que los operarios de Emvicesa han sido informados sobre el estado de la playa, no se han tomado medidas efectivas para solucionar el problema.
La alga Rugulopterix okamurae no solo afecta la estética de la playa, sino que también tiene un impacto negativo en el ecosistema marino. Esta especie invasora desplaza a las algas autóctonas, lo que puede llevar a una disminución de la biodiversidad en la zona. Los residentes han expresado su preocupación por el futuro de la playa y el impacto que esto podría tener en la vida marina local. La falta de acción por parte de las autoridades ha llevado a muchos a cuestionar la gestión ambiental en la región.
### Demandas de los Residentes
Además de la limpieza de la playa, los vecinos de Benítez han planteado otras demandas que van más allá de la situación de las algas. Muchos han solicitado mejoras en la infraestructura local, como la instalación de un parque infantil más cercano a las viviendas. Actualmente, los niños juegan en la carretera, lo que representa un riesgo para su seguridad. “Los coches pasan volando”, comentan los padres, quienes piden un espacio seguro donde sus hijos puedan jugar.
La frustración de los residentes se ha intensificado debido a la percepción de que sus necesidades no son atendidas. La playa, que debería ser un lugar de esparcimiento y disfrute, se ha convertido en un símbolo de abandono y desinterés por parte de las autoridades. Los vecinos han manifestado su deseo de que se tomen medidas efectivas para abordar no solo el problema de las algas, sino también otras cuestiones que afectan su calidad de vida.
La situación en la playa de Benítez es un claro ejemplo de cómo la falta de gestión adecuada puede afectar a una comunidad. Los residentes han alzado la voz en busca de soluciones, pero hasta ahora, sus quejas han caído en oídos sordos. La esperanza de que la situación mejore se mantiene, pero la paciencia de los vecinos se está agotando. La playa de Benítez, un lugar que debería ser un refugio para el disfrute y la recreación, se ha convertido en un recordatorio de la necesidad de una gestión ambiental más efectiva y de atención a las necesidades de la comunidad.