El otoño de 1975 marcó un periodo crítico en la historia de España y su relación con el Sahara Occidental. Este territorio, que España nunca llegó a descolonizar, se convirtió en el epicentro de un conflicto que aún resuena en la actualidad. La Marcha Verde, un movimiento organizado por Marruecos, fue un hito que no solo alteró la geopolítica de la región, sino que también dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de los saharauis y de los españoles que vivieron esos momentos. En este artículo, exploraremos los antecedentes, el desarrollo y las consecuencias de este evento crucial, así como las voces de aquellos que vivieron la experiencia de cerca.
### Antecedentes Históricos y Contexto Político
Para entender la Marcha Verde, es esencial considerar el contexto político de España en 1975. El régimen franquista estaba en sus últimos estertores, con la salud del dictador Francisco Franco deteriorándose rápidamente. En este ambiente de inestabilidad, el Sahara Occidental, conocido como la “provincia 53” de España, se encontraba en una situación de incertidumbre. La población saharaui, compuesta por diversas tribus y facciones, anhelaba la autodeterminación, mientras que el gobierno español se debatía entre mantener el control colonial y cumplir con las exigencias internacionales de descolonización.
El 15 de octubre de 1975, el Tribunal Internacional de La Haya emitió un dictamen que afirmaba que el pueblo saharaui era el único actor legítimo para decidir su futuro. Sin embargo, esta declaración no fue suficiente para frenar los planes de Marruecos, que bajo el liderazgo de Hassan II, decidió llevar a cabo la Marcha Verde. Este movimiento consistía en la movilización de 350,000 civiles marroquíes hacia el Sahara Occidental, con la intención de reclamar el territorio de manera pacífica, aunque la ironía de esta “paz” no pasó desapercibida.
La Marcha Verde fue presentada como un acto de reivindicación nacional, pero también como una estrategia para desestabilizar al gobierno español. La situación se tornó crítica cuando el 21 de octubre, Franco, en su último Consejo de Ministros, declaró que España no se dejaría intimidar y que estaba dispuesta a declarar la guerra a Marruecos. Sin embargo, la realidad era que el régimen franquista estaba en una posición de debilidad, y las amenazas de Franco no se tradujeron en acciones efectivas.
### La Marcha Verde y sus Consecuencias
El 6 de noviembre de 1975, la Marcha Verde comenzó su andadura. Miles de marroquíes, en un acto de movilización masiva, se dirigieron hacia el Sahara Occidental, desafiando la autoridad española. La respuesta del gobierno español fue la desactivación de las minas defensivas y la retirada de las tropas, lo que evidenció la falta de voluntad para enfrentar el desafío. La comunidad internacional observaba con atención, y aunque hubo intentos de mediación, la presión sobre España se intensificó.
El 14 de noviembre, el gobierno español capituló y firmó un acuerdo con Marruecos y Mauritania, que no contemplaba la voz del pueblo saharaui. Este acuerdo, considerado jurídicamente inválido, marcó el fin de la presencia española en el Sahara Occidental. El 28 de febrero de 1976, se arrió la última bandera española, y el Sahara pasó a ser controlado por Marruecos y Mauritania, dejando a la población saharaui en una situación de vulnerabilidad extrema.
Las consecuencias de la Marcha Verde fueron devastadoras. La población saharaui se vio obligada a huir hacia Argelia, donde se establecieron campos de refugiados que aún existen hoy en día. La lucha por la autodeterminación saharaui continuó, y el Frente Polisario se convirtió en el principal representante de los intereses del pueblo saharaui, luchando por su derecho a decidir su futuro.
La Marcha Verde no solo alteró la geopolítica de la región, sino que también dejó una profunda herida en la identidad saharaui. Las voces de aquellos que vivieron la experiencia de la Marcha Verde son fundamentales para comprender el impacto de este evento. Muchos saharauis recuerdan con dolor la pérdida de sus hogares y la traición de un país que prometió su independencia. La historia de la Marcha Verde es, por tanto, una historia de resistencia y lucha por la dignidad.
### Reflexiones sobre la Marcha Verde en el Contexto Actual
Hoy en día, el legado de la Marcha Verde sigue presente en la lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui. A pesar de los esfuerzos internacionales por resolver el conflicto, la situación en el Sahara Occidental permanece tensa y sin una solución clara. La comunidad internacional ha sido criticada por su falta de acción efectiva, y muchos saharauis sienten que su causa ha sido olvidada.
La Marcha Verde también plantea preguntas sobre la responsabilidad de las potencias coloniales en la descolonización. La historia del Sahara Occidental es un recordatorio de que los procesos de descolonización no son simples y que las decisiones tomadas en el pasado tienen repercusiones duraderas. La falta de un compromiso real por parte de España y de la comunidad internacional ha perpetuado la situación de injusticia que viven los saharauis.
En el contexto actual, es crucial que se escuchen las voces de los saharauis y que se reconozca su derecho a la autodeterminación. La historia de la Marcha Verde no debe ser solo un capítulo oscuro del pasado, sino un llamado a la acción para garantizar que los derechos humanos y la dignidad de todos los pueblos sean respetados. La lucha por la libertad del pueblo saharaui continúa, y es responsabilidad de todos trabajar hacia una solución justa y duradera.
