En un giro inesperado de los acontecimientos políticos en Ecuador, el presidente Daniel Noboa ha liderado una marcha masiva en contra de la Corte Constitucional, un hecho que ha generado un intenso debate en el país. Esta manifestación, que tuvo lugar en Quito, se produce en un contexto de creciente tensión entre el Ejecutivo y el organismo judicial, que ha tomado decisiones que Noboa considera perjudiciales para su gobierno y sus reformas.
La marcha, que reunió a miles de simpatizantes, fue convocada por Noboa tras la suspensión provisional de varios artículos de las leyes de Solidaridad Nacional, Inteligencia e Integridad Pública, que habían sido aprobadas con carácter de urgencia por el Congreso. Durante el evento, Noboa expresó su indignación, afirmando que no permitirá que el cambio se estancara por la decisión de “nueve personas que ni siquiera dan la cara”. Esta declaración refleja la frustración del presidente ante lo que considera una intromisión de la Corte en su agenda política.
### Contexto de la Marcha
La Corte Constitucional ha sido objeto de críticas por parte del gobierno de Noboa, especialmente después de que decidiera suspender 17 artículos de las leyes impulsadas por el Ejecutivo. Estas leyes, que abordan temas sensibles, han sido vistas como esenciales para la administración de Noboa, quien asumió el cargo en noviembre de 2023. La suspensión de estos artículos ha llevado a Noboa a cuestionar la legitimidad de la Corte, lo que ha culminado en la convocatoria de esta marcha.
El evento no solo fue una manifestación de apoyo al presidente, sino también una plataforma para expresar el descontento hacia los jueces constitucionales. Durante la marcha, se exhibieron pancartas con las imágenes de los magistrados, acompañadas de mensajes que acusaban a la Corte de “robar la paz” del país. Este tipo de retórica ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos, que advierten sobre el riesgo que representa para la independencia judicial y la seguridad de los jueces.
La participación de ministros y asambleístas del movimiento ADN, que apoya a Noboa, fue notable. Muchos de los asistentes abandonaron sus trabajos en instituciones públicas para unirse a la marcha, lo que subraya la movilización política que ha generado este conflicto. Sin embargo, la respuesta de la oposición y de organismos internacionales ha sido contundente, condenando los ataques a la Corte y defendiendo la independencia judicial como un pilar fundamental del estado de derecho.
### La Reacción de la Corte y la Opinión Pública
La Corte Constitucional no tardó en responder a las acusaciones y a la campaña de desprestigio que se ha desatado en su contra. En un comunicado, el organismo expresó su preocupación por la estigmatización de sus miembros y el riesgo que esto representa para su seguridad personal. Además, la Corte ha enfatizado que su función es garantizar el respeto a la Constitución y a los derechos de los ciudadanos, lo que implica tomar decisiones que a veces pueden no ser populares entre los sectores del gobierno.
La controversia se intensifica aún más con la intención de Noboa de incluir en un referéndum popular la posibilidad de destituir a los magistrados de la Corte. Este movimiento ha sido interpretado como un intento de consolidar su poder y debilitar a una institución que ha mostrado resistencia a algunas de sus políticas. La respuesta de la comunidad internacional ha sido clara: organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han instado al gobierno ecuatoriano a respetar la independencia judicial y a evitar cualquier acción que pueda poner en riesgo el estado de derecho.
La situación en Ecuador es un reflejo de las tensiones que pueden surgir entre el poder ejecutivo y el judicial, especialmente en contextos donde las reformas propuestas son controvertidas. La marcha de Noboa ha puesto de manifiesto no solo su descontento con la Corte, sino también su estrategia política para movilizar a sus bases y consolidar su apoyo en un momento crítico de su administración.
A medida que se acercan las elecciones y el referéndum, la dinámica entre el gobierno y la Corte Constitucional seguirá siendo un tema candente en la agenda política ecuatoriana. La capacidad de Noboa para navegar esta crisis y mantener el apoyo popular será crucial para su futuro político y para la estabilidad del país.