Manuel Torreiglesias, un nombre que resuena en la memoria colectiva de varias generaciones de españoles, ha fallecido a los 84 años, dejando un legado imborrable en el ámbito de la televisión y la divulgación de la salud. Nacido en Pontedeume, A Coruña, su carrera se extendió por más de cinco décadas, durante las cuales se convirtió en un referente en la comunicación sobre bienestar y hábitos saludables. Su emblemático programa “Saber vivir” se convirtió en un pilar de la programación matutina de RTVE, donde millones de espectadores recibían cada mañana consejos prácticos para mejorar su calidad de vida.
La trayectoria de Torreiglesias comenzó en 1964, cuando se unió a Televisión Española como ayudante de realización. Desde entonces, su pasión por la comunicación y la salud lo llevó a presentar diversos programas, siendo “Saber vivir” el más destacado. Este espacio, que se emitió durante más de una década, abordaba temas de salud de manera accesible y cercana, lo que le permitió conectar con el público de una forma única. Su estilo cálido y su característico saludo matutino hicieron que muchos lo consideraran parte de sus familias, convirtiéndolo en un amigo virtual que les guiaba en el camino hacia un estilo de vida más saludable.
A lo largo de su carrera, Torreiglesias no solo se limitó a presentar programas de salud. También participó en espacios de debate y crítica social, mostrando su versatilidad como comunicador. Su formación inicial como profesor y filósofo, junto con su posterior licenciatura en Medicina, le otorgaron una perspectiva única que enriqueció su labor como divulgador. En un mundo donde la información sobre salud puede ser confusa y contradictoria, su enfoque claro y fundamentado fue un faro para muchos que buscaban mejorar su bienestar.
### Un Legado de Salud y Bienestar
El impacto de Manuel Torreiglesias en la sociedad española va más allá de su carrera televisiva. Su compromiso con la salud pública y la educación sobre hábitos saludables ha dejado una huella profunda en la cultura española. Durante su tiempo al frente de “Saber vivir”, abordó temas cruciales como la importancia de la hidratación, el ejercicio moderado y el control del consumo de azúcar. Estos consejos, presentados de manera sencilla y comprensible, ayudaron a millones de personas a tomar decisiones informadas sobre su salud.
La relevancia de su trabajo se puede medir no solo por la audiencia que alcanzó, sino también por el cariño y respeto que le profesaban sus seguidores. A pesar de su retiro de la televisión en 2013, su figura permaneció presente en la memoria colectiva, y su legado sigue vivo en la forma en que se aborda la salud en los medios de comunicación. La divulgación de la salud es un campo que requiere no solo conocimientos técnicos, sino también empatía y cercanía, cualidades que Torreiglesias poseía en abundancia.
Su labor no se limitó a la televisión. También fue un activo defensor de la salud pública, participando en campañas y eventos que promovían la prevención de enfermedades y la adopción de estilos de vida saludables. Su influencia se extendió a través de diversas plataformas, y su voz se escuchó en programas de radio y otros medios, donde continuó compartiendo su sabiduría y experiencia.
### La Reacción del Público y el Reconocimiento
La noticia de su fallecimiento ha conmovido a muchos, quienes han expresado su tristeza y gratitud por los años de dedicación que Torreiglesias brindó a la televisión y a la salud pública. Las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencias y recuerdos, donde los seguidores comparten anécdotas y momentos que vivieron junto a él a través de la pantalla. Este fenómeno demuestra el impacto que tuvo en la vida de tantas personas, convirtiéndose en un referente no solo en el ámbito de la salud, sino también en la cultura popular española.
Recientemente, Torreiglesias fue reconocido como hijo predilecto de Pontedeume, un homenaje que refleja el cariño y respeto que su comunidad natal le profesaba. Este reconocimiento, aunque tardío, es un testimonio de su legado y de la importancia de su trabajo en la promoción de la salud y el bienestar.
La figura de Manuel Torreiglesias permanecerá en la memoria de quienes crecieron viéndolo en la televisión, y su legado seguirá inspirando a futuras generaciones de comunicadores y profesionales de la salud. Su enfoque humano y accesible sobre temas de salud ha sentado las bases para una comunicación más efectiva y empática en el ámbito de la salud pública, un aspecto que es más relevante que nunca en la actualidad.