La situación en Gaza ha escalado a niveles alarmantes, con al menos 200 milicianos de Hamás atrapados en una red de túneles que se extiende por la Franja. Esta compleja infraestructura subterránea, que ha sido utilizada por el grupo para llevar a cabo ataques y ocultar recursos, se ha convertido en un punto crítico en el conflicto actual. La presencia de estos combatientes, que han causado la muerte de tres soldados israelíes, plantea serias dudas sobre la efectividad del alto el fuego recientemente establecido y la posibilidad de una paz duradera en la región.
### La Red de Túneles de Hamás
Los túneles de Hamás no son simples pasadizos; son estructuras complejas que han sido diseñadas para resistir ataques y facilitar operaciones militares. Según Amir Avivi, un general retirado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), estos túneles son auténticos edificios subterráneos, equipados con municiones y otros recursos necesarios para llevar a cabo ataques contra las fuerzas israelíes. La mayoría de estos combatientes se encuentran bajo la ciudad de Rafah, aunque también hay presencia en otras áreas de Gaza, como Jan Yunis y Bait Hanoun.
La guerra subterránea que enfrenta Israel es un desafío significativo. A medida que las fuerzas israelíes intentan desmantelar esta red, los milicianos de Hamás están atrapados, con escasos suministros de alimentos y agua. Algunos informes sugieren que algunos de estos combatientes podrían haber muerto de inanición, lo que añade una dimensión trágica a la situación. La estrategia de Israel se centra en eliminar a estos terroristas y destruir los túneles, pero la realidad en el terreno es mucho más complicada.
### Estrategias de Israel y el Papel de Estados Unidos
Desde el inicio del conflicto, Israel ha adoptado una postura clara: eliminar a los militantes de Hamás y destruir su infraestructura subterránea. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha afirmado que las FDI están actuando sin restricciones en el área amarilla, que es la zona bajo control israelí. Sin embargo, la situación se complica por la presión internacional, especialmente de Estados Unidos, que ha instado a Israel a permitir un paso seguro para los combatientes atrapados.
La intervención de Estados Unidos, a través de su enviado para Oriente Próximo, Steve Witkoff, busca encontrar una solución que permita desarmar a Hamás y abordar la crisis humanitaria en Gaza. La presión estadounidense podría ser un factor determinante en la forma en que Israel maneja la situación de los milicianos atrapados. Sin embargo, la falta de confianza entre las partes y el incumplimiento de los acuerdos de alto el fuego por ambas partes complican aún más el panorama.
La situación actual es un reflejo de la complejidad del conflicto en Gaza. Mientras que Israel busca desmantelar la red de túneles y eliminar a los combatientes, Hamás se encuentra en una posición vulnerable, atrapado en su propia trampa. La guerra subterránea no solo representa un desafío militar, sino también un dilema humanitario que requiere atención urgente. La comunidad internacional observa de cerca, esperando que se encuentre una solución que no solo aborde la violencia, sino que también promueva una paz duradera en la región.
