El caso de ‘La Manada’ ha marcado un antes y un después en la percepción social sobre la violencia sexual en España. Desde la violación grupal ocurrida en Pamplona durante las fiestas de San Fermín en 2016, la situación de los condenados ha evolucionado, especialmente tras la aplicación de la Ley 10/2022, conocida como la ley del ‘sólo sí es sí’. Este artículo examina la situación actual de los miembros de ‘La Manada’ y cómo sus condenas han cambiado a lo largo del tiempo.
### Contexto del Caso
La madrugada del 7 de julio de 2016, cinco hombres, que más tarde serían conocidos como ‘La Manada’, violaron a una joven de 18 años en un portal en Pamplona. Este acto de violencia sexual fue inicialmente calificado como abuso sexual por la Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Navarra, pero el Tribunal Supremo finalmente lo consideró una violación, lo que resultó en penas de cárcel más severas para los implicados. La condena inicial de 15 años de prisión para cada uno de los miembros fue un punto de inflexión en la lucha contra la violencia de género en España.
Sin embargo, la reciente aplicación de la ley del ‘sólo sí es sí’ ha permitido a algunos de los condenados solicitar la revisión de sus penas, lo que ha generado un debate intenso sobre la justicia y la protección de las víctimas de violencia sexual. A continuación, se detalla la situación actual de cada uno de los condenados.
### Situación de los Miembros de ‘La Manada’
**José Ángel Prenda**: Reconocido como el líder del grupo, Prenda fue condenado a 15 años de prisión por violación con agravante de trato vejatorio. Gracias a la ley del ‘sólo sí es sí’, su pena fue reducida a 14 años. Además, tiene antecedentes penales por otros delitos, incluyendo un robo con fuerza en 2011. Actualmente, cumple su condena en la cárcel de Puerto III, en Cádiz, donde se ha integrado en la vida carcelaria.
**Ángel Boza**: El miembro más joven del grupo, también fue condenado a 15 años de prisión. Su pena fue reducida a 14 años tras la aplicación de la nueva ley. Durante un periodo de libertad provisional, Boza fue arrestado nuevamente por un delito de hurto y lesiones, lo que refleja su comportamiento delictivo continuo. Actualmente, se encuentra en el Centro Penitenciario de Albolote, en Granada.
**Jesús Escudero**: Primo de uno de los otros condenados, Escudero fue sentenciado a 15 años de prisión por violación grupal. Su pena fue reducida a 14 años gracias a la ley del ‘sólo sí es sí’. Además, tiene condenas adicionales por delitos de maltrato. Actualmente, cumple su condena en la cárcel de Huelva, donde trabaja como peluquero.
**Antonio Manuel Guerrero**: Guerrero, un exguardia civil, fue condenado a 15 años de prisión por su papel en la violación y por grabar y difundir el acto. Su pena se incrementó debido a estos delitos adicionales, y actualmente se encuentra en la cárcel de Sevilla I, donde recibe un tratamiento especial por su anterior condición como miembro de las Fuerzas de Seguridad.
**Alfonso Jesús Cabezuelo**: Este exmilitar ha sido uno de los condenados que ha logrado permisos de salida de la cárcel. Cabezuelo ha declarado que no volverá a cometer un error similar, pero su historial delictivo y su reciente solicitud de rebaja de pena generan preocupación sobre su reintegración en la sociedad. Su situación es emblemática de las tensiones que existen en torno a la aplicación de la ley del ‘sólo sí es sí’.
### Implicaciones Sociales y Legales
La evolución de las penas de los miembros de ‘La Manada’ ha suscitado un intenso debate en la sociedad española. La ley del ‘sólo sí es sí’ fue implementada con la intención de proteger a las víctimas de violencia sexual, pero su aplicación ha llevado a la reducción de penas para algunos condenados, lo que ha generado críticas y preocupaciones sobre la seguridad de las mujeres.
Las manifestaciones y protestas en contra de la reducción de penas han sido una constante desde que se conocieron las decisiones judiciales. Muchas mujeres y organizaciones feministas han expresado su descontento, argumentando que la ley debería ser revisada para evitar que los agresores se beneficien de lagunas legales. La situación de ‘La Manada’ se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia de género y la necesidad de un sistema judicial que proteja a las víctimas de manera efectiva.
El caso de ‘La Manada’ no solo ha impactado a las víctimas y sus familias, sino que también ha llevado a un cambio en la percepción pública sobre la violencia sexual en España. La discusión sobre la justicia y la protección de las víctimas sigue siendo un tema candente, y la evolución de las penas de los condenados es un recordatorio de que la lucha contra la violencia de género está lejos de haber terminado.