La Cumbre del Clima, conocida como COP30, se lleva a cabo en Belém, Brasil, y marca un hito significativo en la lucha contra el cambio climático. Este evento, que reúne a representantes de casi 200 países, se desarrolla en un contexto de creciente efervescencia social y movilización ambiental. La cumbre no solo se centra en las negociaciones diplomáticas, sino que también se ve acompañada de una serie de protestas y manifestaciones que buscan visibilizar las voces de aquellos más afectados por la crisis climática.
### Un Regreso a las Calles: Protestas y Movilizaciones
La COP30 se celebra después de cinco años de restricciones en las manifestaciones, debido a la pandemia de COVID-19 y a la represión en países con gobiernos autoritarios. Este año, se espera la participación de más de 50,000 personas, incluyendo movimientos sociales y comunidades indígenas, que han llegado a Belém para hacer escuchar sus demandas. La ciudad, que ha agotado su capacidad hotelera, se convierte en el epicentro de un movimiento global que busca poner en el centro de la discusión climática a los pueblos y territorios en resistencia.
Entre las movilizaciones programadas, destacan la Marcha Global, la Marcha Indígena y la Barqueata de los Pueblos, así como diversas acciones directas organizadas por colectivos como Engajamundo. Estas manifestaciones tienen como objetivo visibilizar los impactos del cambio climático en comunidades vulnerables y exigir justicia en la distribución del financiamiento climático. Daniel Valdovinos, un joven activista, enfatiza la importancia de aprender de las formas de vida y organización de los pueblos originarios para encontrar soluciones a la crisis climática.
Una de las movilizaciones más simbólicas es una caravana de 300 personas que ha recorrido 3,000 kilómetros desde el estado de Mato Grosso hasta Belém. Este trayecto, conocido como la “Ruta de la Soja”, pone de manifiesto los impactos socioambientales de proyectos como el Ferrogrão, una vía férrea destinada al transporte de granos que podría provocar la deforestación de vastas áreas de la selva amazónica. La caravana busca concienciar sobre la necesidad de proteger estos ecosistemas vitales y las comunidades que dependen de ellos.
### La Agenda de la COP30: Temas Clave y Nuevas Iniciativas
La COP30 se desarrollará en tres zonas distintas: la zona azul, donde se llevarán a cabo las negociaciones diplomáticas; la zona verde, abierta a universidades, empresas y gobiernos locales; y la nueva zona amarilla, que busca dar voz a las periferias amazónicas y abordar el racismo ambiental. Esta última zona, organizada por la coalición ‘COP das Baixadas’, tiene como objetivo acercar los debates climáticos a la población local y fomentar la participación de grupos y colectivos que representan causas sociales y ambientales.
En el plano oficial, Brasil se propone liderar la transición energética mediante un “mapa del camino” que incluya criterios claros y señales financieras. Uno de los temas centrales de discusión será la Meta Global de Adaptación (GGA), que busca establecer indicadores claros para medir el progreso en la adaptación al cambio climático. Además, se abordará la necesidad de transformar los compromisos adquiridos en conferencias anteriores en acciones verificables y efectivas.
El evento también se enmarca en un contexto de creciente preocupación por la justicia climática y la distribución equitativa de los recursos. Activistas como Anderson Betancourt, de la Acción Colombiana por la Soberanía Ambiental, destacan la importancia de cuestionar el sistema financiero global que ha sometido a los países del sur desde la colonización. La COP30 se presenta como una oportunidad para replantear estas dinámicas y buscar soluciones que beneficien a las comunidades más afectadas por la crisis climática.
La cumbre no solo se limita a las negociaciones entre gobiernos y corporaciones, sino que también busca involucrar a la sociedad civil en el debate sobre el futuro del planeta. En Belém, las comunidades vulnerables y los ríos que las rodean se convierten en protagonistas de una narrativa que busca salvar el Amazonas y, con él, el futuro del planeta. La COP30 representa un momento crucial para que las voces de los pueblos originarios y las comunidades afectadas sean escuchadas y consideradas en la toma de decisiones que impactan su vida y su entorno.
La combinación de negociaciones formales y movilizaciones sociales en las calles de Belém refleja la urgencia de abordar la crisis climática desde múltiples frentes. La COP30 se perfila como un espacio donde se cruzan las demandas de justicia social y ambiental, y donde se busca construir un futuro más sostenible y equitativo para todos. A medida que el evento avanza, la atención del mundo estará centrada en Belém, donde la lucha por el clima y la justicia social se entrelazan en un esfuerzo colectivo por salvar nuestro planeta.
