Jaime de los Santos, un político que se presenta como una figura “políticamente incorrecta” dentro del Partido Popular (PP), ha generado un intenso debate en torno a temas de igualdad, educación y la situación política actual en España. Este historiador, que ha coqueteado con la novela y ha sido consejero de Cultura, se ha convertido en el vicesecretario de Educación y de Igualdad del PP, destacando su identidad como gay y católico, lo que lo posiciona como la cara LGTBI del partido. En una reciente entrevista, de los Santos expone su visión sobre la política de igualdad, la educación y la situación del PSOE, a quien critica con dureza.
La crítica al PSOE y la defensa de la dignidad de las mujeres
De los Santos no escatima en palabras al referirse al PSOE, al que acusa de ser responsable de “mordidas de dinero y mordidas a la dignidad de las mujeres”. En su opinión, la ley abolicionista de la prostitución que propone el gobierno es un intento de desviar la atención de los escándalos que rodean al partido. Asegura que el PSOE está más interesado en el postureo que en abordar de manera efectiva los problemas que afectan a las mujeres en la sociedad. “Su situación no es que no dé para una ley abolicionista, es que da para una refundación del partido”, afirma de los Santos, sugiriendo que el PSOE debería replantearse su enfoque y su dirección.
El vicesecretario también se refiere a la violencia de género, mencionando que este año han sido asesinadas 22 mujeres a manos de sus parejas o exparejas, lo que subraya la necesidad de una política de igualdad que realmente proteja a las mujeres. De los Santos defiende que el PP tiene como línea roja la defensa de los derechos de todos los individuos, especialmente de las mujeres, y que su partido no se alinea con las posturas extremas de Vox, aunque ambos sean criticados desde la izquierda.
La educación como pilar fundamental
En su papel como responsable de Educación del PP, de los Santos se muestra crítico con las políticas educativas del gobierno actual. Se refiere a la reciente legislación educativa, la Lomloe, como un ejemplo de cómo la falta de consenso y diálogo con la comunidad educativa ha llevado a una ley que no satisface las necesidades de los estudiantes. “Las presiones de los partidos minoritarios están haciendo que este decreto no termine de clarificarse”, señala, refiriéndose a un decreto que limita la creación de universidades privadas.
De los Santos aboga por un pacto de Estado por la Educación que garantice una ley duradera, que recupere la cultura del esfuerzo y que devuelva al profesor su autoridad. Critica la falta de claridad en las políticas educativas y la tendencia a modificar las leyes sin un diálogo adecuado con los implicados. “Lo de las leyes educativas es el camarote de los hermanos Marx”, dice, sugiriendo que las reformas educativas son caóticas y poco efectivas.
El político también se pronuncia sobre la Selectividad común, destacando que todos los presidentes de comunidades autónomas del PP han firmado un acuerdo para una EVAU común. Sin embargo, enfatiza que aún queda mucho por hacer para asegurar una educación de calidad y homogénea en todo el país. “No puede ser que la Historia de España no solamente se estudie desde diferentes perspectivas, sino incluso dando importancia a períodos muy distintos”, argumenta, defendiendo una enseñanza más lineal y coherente.
La cooficialidad de las lenguas y el derecho a elegir
Otro tema candente que de los Santos aborda es la cooficialidad de las lenguas en comunidades autónomas como Cataluña y Baleares. Critica que en algunas de estas regiones, los padres no pueden elegir el idioma en el que desean que sus hijos estudien. Asegura que el PP trabajará para garantizar un 50% de uso del castellano en la educación, reconociendo el derecho de los padres y alumnos a estudiar en su lengua preferida. “No ha habido en 46 años de democracia mejor presidenta autonómica que doña Marga Prohens”, dice, defendiendo la gestión del PP en Baleares y su compromiso con la educación en castellano.
De los Santos concluye que la política exterior y migratoria es crucial para España, especialmente dada su proximidad a países emisores de migrantes. Critica la falta de una política clara en estos temas y la necesidad de un enfoque más coherente y efectivo por parte del gobierno actual. En un panorama político marcado por la polarización, su figura se presenta como un intento de encontrar un equilibrio entre la defensa de los derechos individuales y la necesidad de una política educativa y social que funcione para todos los ciudadanos.