La situación de los incendios forestales en España ha alcanzado niveles alarmantes, con más de 40,000 hectáreas quemadas desde el inicio del año, un aumento del 10% en comparación con el año anterior. Este fenómeno no es solo un problema estacional, sino que refleja una crisis estructural que involucra múltiples factores interrelacionados. La combinación de olas de calor prolongadas, el abandono del medio rural y la falta de recursos para la gestión forestal están creando un escenario propicio para la propagación de incendios devastadores.
**Causas del Aumento de Incendios Forestales**
Los expertos coinciden en que la actual oleada de incendios no se debe a un único factor, sino a una serie de causas que se alimentan mutuamente. El cambio climático ha intensificado las condiciones de sequedad y calor, mientras que el abandono de prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales ha llevado a una acumulación de biomasa en los bosques. Este material vegetal, que no se gestiona adecuadamente, se convierte en un combustible altamente inflamable.
Juan Picos, profesor forestal de la Universidad de Vigo, señala que el abandono del medio rural ha dejado los montes sin la atención necesaria para prevenir incendios. La falta de relevo generacional en la agricultura y la ganadería ha resultado en un paisaje homogéneo y joven que es extremadamente vulnerable al fuego. Además, el 70% de la superficie forestal en España es de propiedad privada, y muchos propietarios no están al tanto de su responsabilidad en la gestión de estas tierras.
La planificación forestal es otro aspecto crítico que se ha descuidado. Solo el 20% de los bosques en España cuenta con un plan de gestión, lo que significa que la mayoría carece de una estrategia sostenible para prevenir y combatir incendios. La Estrategia Forestal Española, aprobada recientemente, busca abordar esta situación, pero su implementación requiere un esfuerzo conjunto de diversos actores, incluidos propietarios privados y administraciones públicas.
**El Papel de los Pirómanos y la Falta de Consecuencias**
Un factor alarmante en el aumento de incendios es la actividad intencionada de pirómanos. Según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el 54% de los incendios en España son provocados deliberadamente. Las causas varían desde disputas rurales hasta la piromanía y la quema agrícola mal controlada. Sin embargo, la respuesta judicial a estos actos es insuficiente. En 2022, solo se iniciaron 482 investigaciones penales, lo que indica que muchos de los responsables no enfrentan consecuencias significativas por sus acciones.
Lourdes Hernández, técnica especialista en incendios forestales, destaca que la falta de sanciones efectivas fomenta un ambiente de impunidad entre los pirómanos. A pesar de que las penas pueden ser severas, rara vez se aplican con la firmeza necesaria. Esto crea un ciclo vicioso en el que los incendiarios se sienten libres de actuar sin temor a repercusiones.
**Condiciones de Trabajo de los Bomberos Forestales**
Los bomberos forestales son la primera línea de defensa contra los incendios, pero su situación laboral es precaria. Javier Villanueva, bombero forestal del sindicato Firet, denuncia que las condiciones de trabajo son cada vez más difíciles, con una alta temporalidad y escasos recursos. La mayoría de los bomberos solo trabajan durante la temporada alta de incendios, lo que limita su capacidad de respuesta y preparación durante el resto del año.
Además, la exposición a agentes cancerígenos y la falta de equipos de protección adecuados agravan la situación. Villanueva señala que muchos bomberos pierden años de vida debido a las condiciones en las que trabajan. La falta de reconocimiento de su labor y la ausencia de un plan de carrera para aquellos que sufren lesiones son problemas que deben abordarse urgentemente.
**La Necesidad de una Estrategia Integral**
La crisis de incendios forestales en España exige una respuesta integral y coordinada. Los expertos advierten que no se trata solo de apagar incendios, sino de implementar medidas preventivas que aborden las causas subyacentes. Esto incluye la recuperación del relevo rural, la planificación del paisaje y el fortalecimiento de los cuerpos de bomberos forestales.
Eduardo Tolosana, decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, enfatiza la importancia de fomentar prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles que ayuden a gestionar el paisaje de manera efectiva. Cada hectárea que se abandona es una oportunidad perdida para proteger la biodiversidad y frenar la desertificación. La prevención debe ser un esfuerzo continuo, no solo una reacción ante los incendios.
La situación actual es un claro reflejo de la interconexión entre el cambio climático, la gestión del territorio y la responsabilidad social. Sin un enfoque proactivo y colaborativo, el futuro de los bosques en España y la seguridad de sus comunidades seguirán en riesgo.