Fernando Tejero, conocido por su papel icónico como Emilio en la serie ‘Aquí no hay quien viva’, ha compartido aspectos íntimos de su vida en el pódcast ‘El acorde prohibido’. En una conversación sincera, el actor cordobés ha abordado temas como la salud mental, su carrera y la lucha por la aceptación personal. Tejero, que ha sido una figura prominente en la comedia española, ha revelado que su camino hacia el éxito no ha estado exento de desafíos emocionales.
La lucha interna de un comediante
Desde sus inicios en Madrid, Tejero ha enfrentado una serie de dificultades que lo llevaron a buscar ayuda profesional. En sus palabras, “la gente piensa aún que ir al psicólogo es de estar loco, lamentablemente hay muchos prejuicios”. Esta percepción errónea ha hecho que muchos, como él, se sientan reacios a buscar el apoyo que necesitan. Al llegar a Madrid para estudiar arte dramático, Tejero se encontró con una carga emocional considerable. A pesar de alcanzar su sueño de convertirse en actor, la presión y las expectativas lo llevaron a un estado de tristeza profunda. “Estaba en mi casa comiendo y empezaba a llorar. Y no sabía por qué”, confesó.
La fama repentina que experimentó con ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘Días de fútbol’ lo sumergió en una burbuja de éxito, pero también de soledad. “Imagínate con el pelotazo de Aquí no hay quien viva y Días de fútbol, fue una locura, yo no podía andar por la calle. La gente me decía ‘gracias por hacerme reír’. Yo subía a mi casa y decía ‘¿y a mí quién me hace reír?’. Tenía tanto dolor”, compartió. Esta lucha interna lo llevó a cuestionar su felicidad y su valor personal, lo que lo impulsó a buscar un cambio en su vida.
El dilema de la comedia
Tejero ha reflexionado sobre su paso por dos de las series más emblemáticas de la televisión española: ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘La que se avecina’. Aunque ha disfrutado de su papel como Fermín en la segunda, no ha dudado en expresar su preferencia por la primera. “A mí me gustaba más Aquí no hay quien viva, aunque estoy encantado de haber hecho a Fermín. A fin de cuentas es el mismo tipo de comedia, aunque Aquí no hay quien viva es más realista, y aquí era más esperpéntico todo. Es más cómic”, afirmó. Esta distinción entre las dos series refleja su deseo de explorar diferentes matices en la comedia, así como su anhelo de no ser encasillado en un solo tipo de personaje.
A pesar de su éxito en la comedia, Tejero ha buscado diversificar su carrera. Ha participado en proyectos cinematográficos que le han permitido demostrar su versatilidad como actor. “Hice una película que se llamaba Cinco metros cuadrados (2011) y me premiaron como mejor actor en el Festival de Málaga. Vuelvo a la tele, gano pasta y produzco teatro, porque ya ahí sí puedo elegir yo lo que quiero hacer”, comentó. Esta búsqueda de nuevos desafíos refleja su deseo de crecer como artista y de no limitarse a los papeles que lo han hecho famoso.
El futuro de Fernando Tejero
A medida que avanza en su carrera, Tejero se siente emocionado por los nuevos proyectos que le están llegando, especialmente en el ámbito del drama. Sin embargo, también ha expresado su deseo de regresar a la comedia. “Ahora me están llegando proyectos maravillosos, sobre todo dramas. Y ahora fíjate que quiero hacer una comedia, porque tanto drama”, bromeó. Esta mezcla de géneros muestra su flexibilidad y su disposición a explorar diferentes facetas de la actuación.
Fernando Tejero es un ejemplo de cómo la fama puede ser un arma de doble filo. A pesar de su éxito en la comedia, ha enfrentado desafíos personales que lo han llevado a buscar ayuda y a reflexionar sobre su vida. Su historia es un recordatorio de que, detrás de las risas y el entretenimiento, hay seres humanos que luchan por encontrar su lugar en el mundo. A través de su sinceridad, Tejero no solo se conecta con su audiencia, sino que también contribuye a desestigmatizar la salud mental en la industria del entretenimiento.