El expresidente del Gobierno, Felipe González, ha manifestado su decisión de no votar al PSOE en las próximas elecciones, un partido que lideró durante más de dos décadas. Esta declaración se produce en el contexto de su desacuerdo con la reciente ley de amnistía, que ha calificado como una “barrabasada”. González hizo estas afirmaciones en una entrevista concedida a Onda Cero, donde también dejó claro que su rechazo a la amnistía no implica que vaya a apoyar al Partido Popular (PP).
### Críticas a la ley de amnistía
González ha expresado su descontento con la dirección que ha tomado el PSOE bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, especialmente en lo que respecta a la ley de amnistía. Según él, esta norma representa un retroceso en los principios democráticos y una falta de respeto hacia el Tribunal Constitucional. Durante la entrevista, el exsecretario general del PSOE enfatizó que la amnistía no solo es inaceptable, sino que también pone en entredicho el trabajo realizado por los socialistas a lo largo de los años.
El expresidente ha cuestionado la legitimidad de la autoamnistía, argumentando que aquellos que se beneficiarán de esta ley son precisamente los que han participado en su redacción. González se mostró preocupado por el mensaje que esta situación envía a la ciudadanía, sugiriendo que el Estado se está sometiendo a quienes han cometido actos que merecen ser juzgados.
González no se detuvo ahí y, al ser preguntado sobre su postura electoral, afirmó que no solo se abstendrá de votar al PSOE, sino que tampoco apoyará a ningún partido que haya respaldado la ley de amnistía. Esta postura refleja una crisis de “orfandad representativa” que siente ante las decisiones del partido que una vez lideró. En su opinión, el PSOE ha perdido su rumbo y su compromiso con los valores democráticos.
### La necesidad de un cambio en el liderazgo
Además de sus críticas a la ley de amnistía, González también abordó la situación política actual del Gobierno, que se ha visto afectada por escándalos de corrupción. En este sentido, el expresidente ha instado a Pedro Sánchez a convocar elecciones generales y a presentar un nuevo candidato socialista que pueda restaurar la imagen del partido. González argumenta que, tras siete años en el poder, es necesario un cambio que permita al PSOE recuperar la confianza de los votantes.
El exmandatario ha señalado que la decisión de Sánchez de no convocar elecciones anticipadas contradice su propia postura de 2023, cuando decidió adelantar elecciones tras la derrota del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales. González considera que la falta de acción ante la posibilidad de perder el poder es un signo de debilidad y falta de compromiso con la democracia.
González ha propuesto que, en lugar de abstenerse, los ciudadanos pueden expresar su descontento mediante un voto en blanco, como una forma de manifestar su deseo de cambio sin apoyar a los partidos que han traicionado los principios democráticos. Esta propuesta busca movilizar a aquellos que se sienten desilusionados con el panorama político actual y que desean ver un cambio significativo en la dirección del país.
En resumen, las declaraciones de Felipe González reflejan un profundo desencanto con el rumbo actual del PSOE y la política española en general. Su crítica a la ley de amnistía y su llamado a un cambio en el liderazgo del partido son indicativos de una creciente insatisfacción entre los votantes que han apoyado al PSOE en el pasado. A medida que se acercan las elecciones, será interesante observar cómo estas opiniones influyen en el comportamiento electoral de los ciudadanos y en la estrategia del partido en el futuro.
