La reciente escalada de tensiones en Europa, impulsada por la invasión rusa de Ucrania, ha llevado a varios países a reconsiderar su postura sobre el servicio militar. La pregunta que resuena en el continente es: ¿estamos preparados para un conflicto armado? A medida que la guerra se intensifica, las naciones europeas están reevaluando sus capacidades de defensa y, en algunos casos, reintroduciendo el servicio militar obligatorio o reforzando sus fuerzas armadas. Este artículo explora cómo diferentes países están abordando esta cuestión y las implicaciones que tiene para la seguridad en Europa.
**Alemania: Un Cambio de Paradigma en la Defensa**
Alemania ha sido uno de los países más destacados en la reactivación del servicio militar, aunque de forma voluntaria por el momento. El ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha presentado un proyecto de ley que busca aumentar el número de efectivos en la Bundeswehr, el ejército alemán, mediante el reclutamiento voluntario. Este plan incluye la obligación de registrarse y ser localizable para todos los alemanes que cumplan 18 años y aquellos que hayan servido en el ejército desde 2008. La meta es incrementar el número de soldados en 80,000 a corto plazo, con un objetivo final de 460,000 efectivos.
La decisión de Alemania de reactivar el servicio militar, aunque sea de manera voluntaria, refleja un cambio significativo en la mentalidad del país respecto a la defensa. La socióloga Nina Leonhard señala que la invasión rusa ha alterado la percepción de seguridad en Alemania, lo que ha llevado a una reevaluación de la relación de la población con las fuerzas armadas. La posibilidad de un reclutamiento obligatorio se contempla si no se alcanzan los objetivos de reclutamiento voluntario, lo que indica una disposición a adaptarse a las circunstancias cambiantes.
**Francia y los Países Nórdicos: Nuevas Estrategias de Defensa**
Francia también está en proceso de restaurar el servicio militar obligatorio, que fue suprimido entre 1996 y 2000. El presidente Emmanuel Macron ha anunciado planes para reintroducirlo progresivamente, con la expectativa de que esté en funcionamiento para 2026. Este movimiento se enmarca en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en Europa, especialmente ante las amenazas de Rusia. Francia, que ya cuenta con un ejército profesional de 270,000 soldados, está aumentando su presupuesto de defensa para hacer frente a los desafíos actuales.
En los países nórdicos, la situación es similar. Suecia, que abolió el servicio militar en 2010, lo reintrodujo en 2017 en respuesta a la anexión de Crimea por parte de Rusia. Todos los jóvenes suecos de 18 años deben completar un cuestionario sobre su estado físico y motivación, y aquellos seleccionados pasan por un proceso de evaluación que incluye pruebas deportivas y entrevistas. Este modelo ha demostrado ser popular, con un alto porcentaje de jóvenes dispuestos a servir. Finlandia, por su parte, mantiene un servicio militar obligatorio para todos los hombres, mientras que en Noruega y Dinamarca se están implementando políticas similares para incluir a las mujeres en el reclutamiento.
**La Respuesta de los Países Bálticos y Más Allá**
En los países bálticos, la situación es aún más crítica. Letonia ha reintroducido el servicio militar obligatorio en 2023, mientras que Estonia nunca lo suspendió. Estos países han tomado medidas drásticas para prepararse ante una posible agresión rusa, incluyendo planes de evacuación y la fortificación de sus fronteras. Polonia, por su parte, ha implementado un programa de entrenamiento militar básico para todos los hombres, con el objetivo de alcanzar 500,000 efectivos.
Fuera de Europa, países como Israel y Corea del Sur mantienen un servicio militar obligatorio debido a las amenazas constantes que enfrentan. En Israel, la conscripción es un pilar fundamental del Estado, y en Corea del Sur, todos los hombres deben cumplir con un servicio que puede durar hasta dos años. Estos ejemplos muestran cómo la necesidad de defensa puede influir en la política de reclutamiento y en la cultura de un país.
**España: Una Postura Diferente**
A pesar de la tendencia en Europa hacia la reactivación del servicio militar, España ha decidido mantener la suspensión del mismo, que lleva vigente desde 2001. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha descartado la posibilidad de reintroducir la mili, enfatizando que cada país tiene su propio modelo de defensa. Sin embargo, el gasto en defensa en España está aumentando, y se espera que alcance el 2% del PIB, alineándose con los objetivos de la OTAN.
La situación actual en Europa plantea interrogantes sobre la preparación y la capacidad de respuesta de los países ante posibles conflictos. A medida que la amenaza rusa persiste, la reactivación del servicio militar y el aumento del gasto en defensa son temas que seguirán siendo relevantes en el futuro cercano. La guerra en Ucrania ha servido como un catalizador para que muchos países reconsideren sus políticas de defensa y seguridad, lo que podría tener un impacto duradero en la estructura militar de Europa.