El verano de 2025 comenzará oficialmente el sábado 21 de junio a las 2:42 UTC, según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. Este momento marca el solsticio de verano, un fenómeno astronómico que señala el inicio de la estación más cálida en el hemisferio norte. La duración de esta estación será de aproximadamente 93 días y 16 horas, concluyendo el 22 de septiembre con la llegada del otoño.
### El Solsticio de Verano: Un Fenómeno Astronómico
El solsticio de verano ocurre cuando el Sol alcanza su punto más alto en relación al ecuador celeste, lo que se traduce en la máxima declinación norte. Este fenómeno provoca que el Sol proyecte su luz directamente sobre la mayor latitud terrestre, coincidiendo con el inicio del invierno en el hemisferio sur. Mientras que en el norte se celebra la llegada del calor y los días más largos del año, en el hemisferio sur comienza la temporada más fría.
El inicio de las estaciones no está determinado por factores meteorológicos, sino que se basa en la posición exacta de la Tierra en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, se trata del instante en que nuestro planeta alcanza un punto específico de su trayectoria: aquel en el que el Sol se sitúa en su punto más boreal respecto a la eclíptica, la línea imaginaria que marca el recorrido aparente del Sol a lo largo del año. En este momento, el Sol alcanza una declinación máxima hacia el norte, de +23º 27’. Durante varios días, su altura al mediodía apenas varía, lo que da lugar al fenómeno del solsticio. Esta estabilidad solar es lo que determina el día más largo del año en el hemisferio norte.
En torno a esta fecha, también se producen los amaneceres más tempranos y los atardeceres más tardíos, aunque no necesariamente coinciden todos en el mismo día. Este fenómeno es uno de los aspectos más esperados por quienes disfrutan de las largas jornadas de luz solar.
### Distancia del Sol y el Afelio
Durante el mismo periodo, se produce un acontecimiento adicional que, aunque no está directamente relacionado con el cambio estacional, ocurre cada año en fechas cercanas: el afelio. Este término se refiere al punto de la órbita terrestre en el que el planeta se encuentra más alejado del Sol. En 2025, el afelio ocurrirá el 3 de julio. Este mayor alejamiento respecto al astro rey tiene un efecto directo sobre la velocidad de traslación de la Tierra. Según la segunda ley de Kepler, cuando un planeta se encuentra más lejos del foco de su órbita elíptica (en este caso, el Sol), se mueve más lentamente. Por lo tanto, durante el verano, la Tierra recorre su órbita con menor rapidez, lo que contribuye a que esta estación sea más larga que las demás.
El comienzo del verano puede variar ligeramente en el calendario de un año a otro. A lo largo del siglo XXI, el solsticio ha tenido lugar en fechas comprendidas entre el 20 y el 22 de junio, aunque en la práctica en España solo se ha registrado entre los días 20 y 21. El inicio más tardío de esta estación ocurrió en el año 2003, mientras que el más temprano se espera para el año 2096. Estas variaciones dependen de cómo se ajustan los años naturales al calendario civil, especialmente debido a la existencia de los años bisiestos.
La duración de un año calendario (365 o 366 días) no coincide exactamente con el tiempo que tarda la Tierra en completar una órbita solar (alrededor de 365 días y casi 6 horas). Por ello, es necesario introducir ajustes periódicos que acaban desplazando ligeramente las fechas del inicio de las estaciones.
El verano de 2025 arrancará oficialmente en la madrugada del 21 de junio, y lo hará con el habitual desfile de curiosidades astronómicas que acompañan al solsticio. Aunque cada año varía ligeramente, su esencia permanece: es el punto que marca el inicio de los días más cálidos, largos y luminosos del calendario en el hemisferio norte. Este fenómeno no solo es un evento astronómico, sino también una celebración de la naturaleza y el ciclo de las estaciones que ha fascinado a la humanidad a lo largo de la historia.