En la actualidad, el uso de terapias alternativas para tratar enfermedades graves como el cáncer ha generado un intenso debate en la sociedad. Este fenómeno se ha visto reflejado en el trágico caso de Margarita Galaz, una curandera negacionista del cáncer que ha sido acusada de homicidio tras la muerte de una de sus pacientes. La historia de Fabiola Lorena Vega Espinoza, quien falleció sin recibir tratamiento médico convencional, pone de relieve los peligros de las creencias infundadas en el ámbito de la salud y la manipulación emocional que pueden sufrir los pacientes en situaciones vulnerables.
### La Manipulación Emocional y el Control sobre los Pacientes
Margarita Galaz, afincada en Sevilla, ha sido señalada por sus prácticas de venta de ‘terapias’ online que prometen curar el cáncer. Fabiola, quien se encontraba en una etapa avanzada de la enfermedad, fue convencida por Galaz de que su tumor era resultado de conflictos emocionales con sus hermanas. Este tipo de manipulación es común en las prácticas de curanderos que operan al margen de la medicina convencional, donde se aprovechan de la vulnerabilidad de los pacientes para ejercer control sobre ellos.
Las hermanas de Fabiola han presentado una querella en Chile, acusando a Galaz de homicidio. En su declaración, relatan cómo la curandera mantenía un contacto constante con Fabiola, sugiriéndole que cualquier tratamiento médico convencional solo empeoraría su situación. Este tipo de comunicación no solo es engañosa, sino que también puede ser devastadora, ya que puede llevar a los pacientes a rechazar tratamientos que podrían salvarles la vida.
El abogado de la familia, Álvaro Pérez Astorga, argumenta que Fabiola no actuó con plena autonomía, ya que su voluntad fue manipulada por Galaz. La presión emocional y la culpa que la curandera ejercía sobre Fabiola son elementos clave en este caso, ya que se sostiene que la paciente no estaba en condiciones de tomar decisiones informadas sobre su salud. La relación abusiva que se establece entre el curandero y el paciente puede tener consecuencias fatales, como se evidenció en este caso.
### La Nueva Medicina Germánica: Creencias Peligrosas
Uno de los aspectos más alarmantes de este caso es la ideología detrás de las terapias promovidas por Galaz, que se basa en la Nueva Medicina Germánica (NMG). Esta corriente, creada por el médico alemán Ryke Geerd Hamer, sostiene que los tumores son respuestas biológicas a conflictos emocionales no resueltos. Esta teoría ha sido ampliamente desacreditada por la comunidad médica y científica, pero sigue atrayendo a personas desesperadas por encontrar respuestas a su enfermedad.
Galaz, al igual que otros defensores de la NMG, rechaza cualquier tratamiento médico convencional, como la quimioterapia, argumentando que los tumores son necesarios para el organismo. Esta creencia errónea puede llevar a los pacientes a rechazar tratamientos que han demostrado ser efectivos, lo que pone en riesgo sus vidas. En el caso de Fabiola, la insistencia de Galaz en que su enfermedad era el resultado de conflictos familiares la llevó a alejarse de su familia y a rechazar la atención médica que necesitaba.
La acusación de homicidio contra Galaz es un caso raro, ya que la mayoría de las veces, los curanderos son perseguidos por delitos de estafa. Sin embargo, este caso destaca la necesidad de abordar la manipulación emocional y el control que ejercen algunos curanderos sobre sus pacientes. La dificultad legal de responsabilizar a alguien por la muerte de un adulto que decide voluntariamente someterse a terapias alternativas complica aún más la situación.
El caso de Margarita Galaz y Fabiola Vega Espinoza es un recordatorio de los peligros que pueden surgir cuando se eligen terapias no comprobadas en lugar de tratamientos médicos basados en evidencia. La manipulación emocional, el control y las creencias infundadas pueden tener consecuencias devastadoras para los pacientes y sus familias. La comunidad médica y la sociedad en general deben estar alerta ante estas prácticas y trabajar para proteger a los más vulnerables de la desinformación y el engaño.