El sector vitivinícola de Jerez se encuentra en un momento crucial, impulsando la ampliación de la protección de las botas envinadas para el envejecimiento de destilados, conocido como ‘Sherry Cask’. Este término, que actualmente se asocia a al menos una docena de marcas registradas, no siempre está vinculado al Marco de Jerez. La reciente apertura de la Unión Europea para extender la protección de indicaciones geográficas a productos artesanales e industriales, a través del reglamento (UE) 2023/2411, ha generado un nuevo impulso en esta dirección.
La protección de las indicaciones geográficas (IGP) ha sido tradicionalmente un bastión para productos agroalimentarios, incluyendo vinos y bebidas espirituosas. Sin embargo, la inclusión de productos artesanales en este marco representa una oportunidad significativa para el ‘Sherry Cask’. Según César Saldaña, presidente del Consejo Regulador del vino de Jerez, este podría convertirse en una Indicación Geográfica de Productos Artesanales e Industriales (IGAI) de referencia.
La iniciativa ha sido bien recibida por la institución jerezana, que ya ha manifestado su interés a la Consejería de Industria, Energía y Minas para incorporar el ‘Sherry Cask’ a este nuevo sistema de protección. Actualmente, se está llevando a cabo un debate entre los diferentes actores de la cadena de producción de botas envinadas, aunque la solicitud formal deberá ser aprobada en el pleno del vino.
Desde 2015, el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xéres-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda ha implementado un sistema de certificación para el ‘Sherry Cask’. Este sistema, aunque privado y voluntario, ha sido fundamental para la defensa de una actividad con profundas raíces en la región. Sin embargo, el reconocimiento oficial como IGAI proporcionaría una protección más robusta, esencial para salvaguardar una tradición que se remonta al siglo XIX, cuando las botas de Jerez eran utilizadas por destiladores británicos para el envejecimiento de sus whiskies.
La producción de estas botas es un proceso artesanal que no solo añade valor, sino que también contribuye a la reputación del producto en el mercado. Saldaña destaca que antes de la creación del sistema de certificación, existía una proliferación de botas envinadas que no cumplían con los estándares del Marco de Jerez. Con la nueva normativa, se busca certificar no solo el proceso de envinado, sino el producto en sí, garantizando su vinculación con el origen.
### Implicaciones de la Nueva Certificación
La implementación del nuevo sistema de certificación del ‘Sherry Cask’ tiene implicaciones significativas para toda la cadena de producción. A diferencia del enfoque anterior, que solo controlaba a los envinadores, ahora se incluirán a todos los actores involucrados, desde los toneleros hasta los comercializadores. Esto no solo fortalecerá la protección del ‘Sherry Cask’, sino que también eliminará la competencia desleal, ya que solo las botas certificadas en Jerez podrán ser comercializadas como tal dentro de la Unión Europea.
Además, la protección se extendería a países terceros a través de acuerdos comerciales, lo que podría abrir nuevas oportunidades de mercado para los productores de Jerez. La Consejería de Industria ha identificado otros productos andaluces que podrían beneficiarse de esta certificación, como la piel de Ubrique, la joyería de Córdoba y la cerámica de Fajalauza, entre otros.
La Unión Europea considera que el origen geográfico es un factor esencial para la calidad de los productos. Este enfoque ha demostrado ser beneficioso para los productores, ya que les otorga una ventaja competitiva y contribuye al patrimonio cultural y gastronómico de la región. La protección de productos artesanales e industriales no solo garantiza la autenticidad, sino que también refuerza la competitividad y puede tener un impacto positivo en el empleo y el desarrollo turístico de las áreas rurales.
### La Importancia del Origen en la Calidad
La UE ha establecido que el origen geográfico es fundamental para la calidad de los productos, un principio que ha sido clave en el sistema de protección de productos agroalimentarios. Este enfoque no solo beneficia a los productores, sino que también ayuda a mantener vivas las tradiciones y la diversidad cultural de las regiones. La evolución de los métodos de producción y la incorporación de nuevos materiales han permitido que los productos tradicionales de la UE se conviertan en símbolos de calidad reconocidos a nivel mundial.
La nueva norma para la protección de productos artesanales e industriales establece dos requisitos principales: una contribución significativa a la artesanía y un vínculo claro con un territorio específico. Esto abre la puerta a una variedad de productos que pueden ser considerados para la certificación, lo que podría diversificar aún más la oferta de productos de calidad en la región de Jerez.
El ‘Sherry Cask’ no solo representa una oportunidad para los productores de vino de Jerez, sino que también simboliza la rica tradición y la historia de la región. La protección de este producto podría revitalizar el interés en las prácticas artesanales y contribuir a la sostenibilidad de la industria vitivinícola. A medida que se avanza en el proceso de certificación, será crucial que todos los actores involucrados trabajen juntos para garantizar que el ‘Sherry Cask’ reciba la protección que merece, asegurando así su lugar en el mercado global y su legado para las futuras generaciones.
