La tragedia que ha golpeado a las familias del kibutz Nir Oz desde el 7 de octubre de 2023 ha dejado una huella imborrable en sus corazones. Este pequeño asentamiento agrícola, ubicado en la frontera con Gaza, se convirtió en el escenario de una masacre que ha marcado a sus habitantes para siempre. En medio de la incertidumbre y el dolor, las familias de los rehenes asesinados enfrentan un duelo sin cuerpo, un proceso psicológico complejo que se complica aún más por la falta de respuestas sobre el paradero de sus seres queridos.
### La Realidad del Duelo Sin Cuerpo
El duelo es un proceso natural que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas, pero cuando la muerte de un ser querido no se confirma, la situación se torna aún más desgarradora. Adriana Adar, tía de Tamir, uno de los hombres que defendió el kibutz, describe cómo su familia ha intentado lidiar con la ausencia de su ser querido. “No podemos cerrar este capítulo de nuestras vidas sin saber qué pasó realmente. La incertidumbre es un peso que llevamos todos los días”, comenta con la voz entrecortada.
Tamir fue uno de los cinco encargados de la defensa del kibutz durante el ataque. Su valentía y sacrificio son recordados por su familia, que ha creado un pequeño memorial en el lugar donde cayó. “Allí nos reunimos para recordarlo y rezar por él”, explica Adriana, mientras señala la piedra y los sillones que han colocado bajo una pérgola. La lucha por la verdad y la esperanza de que su ser querido regrese vivo se ha convertido en su motor diario.
La situación es similar para Karina Engel-Bert, quien también ha vivido el tormento de no saber el destino de su esposo, Ronen. Tras el ataque, ella y sus hijas fueron secuestradas, mientras que Ronen salió a defender su hogar. “Escuchamos los disparos y los gritos, pero nunca pensamos que no volvería”, recuerda Karina. La angustia de no tener un cuerpo que enterrar ha hecho que el duelo se convierta en un proceso interminable. “El duelo se parece al caparazón de un caracol. Entras, giras, sales, vuelves a entrar y no se acaba nunca”, reflexiona.
### La Lucha por la Verdad y la Justicia
La falta de información sobre los cuerpos de los rehenes ha generado un clima de desesperación entre las familias. Según Adriana, hay tres grupos entre los familiares: aquellos que saben dónde están sus seres queridos, los que no tienen información y los que tienen una idea de su paradero. La incertidumbre se convierte en un enemigo constante, y la esperanza de que sus seres queridos puedan estar vivos se aferra a la mínima posibilidad.
La doctora Einat Kauffman, especialista en duelo, explica que sin un cuerpo es casi imposible comenzar el proceso de sanación. “Las personas en esta situación piensan que ha habido algún error, que alguien mintió o que su ser querido sigue vivo en algún lugar. Necesitan el cuerpo para poder aceptar la pérdida”, señala. Esta lucha emocional se ve agravada por la falta de respuestas claras por parte de las autoridades y la incertidumbre que rodea a los acuerdos de paz con Hamás.
Las familias de Nir Oz no solo enfrentan el dolor de la pérdida, sino también la frustración de un proceso que parece no avanzar. La entrega de cuerpos por parte de Hamás ha sido escasa, y muchas familias sienten que están siendo utilizadas como piezas en un juego político. “No podemos seguir adelante si no regresan todos”, lamenta Karina, quien ha visto cómo su vida se ha desmoronado en los últimos dos años.
A medida que las familias continúan su lucha por la verdad y la justicia, el kibutz Nir Oz se ha convertido en un símbolo de resistencia y esperanza. Las historias de Tamir y Ronen son solo dos de las muchas que se entrelazan en este doloroso relato. La comunidad se aferra a la esperanza de que algún día sus seres queridos regresen, y que el duelo sin cuerpo se convierta en un recuerdo del pasado, permitiéndoles finalmente sanar y reconstruir sus vidas. La lucha por la verdad y la justicia continúa, y las familias de Nir Oz no están dispuestas a rendirse.