Más de 600 valientes se dieron cita en la VIII edición del ‘Desafío de los 300’, un evento que ha capturado la atención de la Ciudad Autónoma de Ceuta y más allá. Esta prueba cívico-militar, que combina el deporte con el espíritu castrense, se ha convertido en una de las actividades más esperadas del año, atrayendo a participantes no solo de la localidad, sino también de otras regiones que cruzan el Estrecho para ser parte de esta experiencia única.
El evento tuvo lugar el sábado 31 de mayo de 2025, comenzando en la playa de La Ribera, donde los participantes se prepararon para enfrentar uno de los desafíos más exigentes de su vida. Con sacos de 12 kilos a la espalda, los competidores esperaban ansiosos la señal de inicio, que fue dada de forma escalonada para garantizar la seguridad y el orden en esta intensa competencia.
### Un Recorrido Desafiante
Desde el momento en que se dio la salida, los participantes se lanzaron a la aventura, dirigiéndose hacia el Parque Marítimo. Este año, la organización decidió que la prueba transcurriera por esta emblemática zona, donde los competidores debían superar diversos obstáculos, incluyendo troncos y el famoso salto al contenedor. La camaradería fue fundamental, ya que muchos de los participantes se ayudaron mutuamente para superar las dificultades.
Una vez que los trinomios (equipos de tres) salieron del Parque Marítimo, el recorrido los llevó hacia el Hacho. En este trayecto, los competidores tuvieron que correr por el mar, atravesar una zona sembrada de ruedas y demostrar su equilibrio en troncos, además de enfrentarse a un terreno embarrado que puso a prueba su resistencia y determinación. Al llegar al Fortín de Punta Almina, se encontraron con escaleras empinadas y la temida Senda del Infierno, donde cada uno buscó la mejor manera de ascender.
El parque de San Amaro fue otra de las novedades de esta edición. Durante este tramo, los participantes enfrentaron tres pruebas adicionales que exigieron aún más de su fuerza y resistencia. La atmósfera estaba cargada de energía, con el aliento del público animando a los competidores mientras se enfrentaban a los obstáculos.
### La Meta y el Éxito del Evento
A medida que los participantes se acercaban a la parte final del recorrido, el cansancio comenzaba a notarse. Sin embargo, la motivación del público y el espíritu de equipo los impulsaron a seguir adelante. En el centro de la ciudad, bajo la mirada atenta de los espectadores, los trinomios se enfrentaron a pruebas que incluían el arrastre de vehículos y el transporte de un compañero herido en camilla, lo que requirió una coordinación perfecta y un trabajo en equipo excepcional.
Finalmente, los últimos kilómetros llevaron a los competidores desde la playa del Chorrillo hasta la línea de meta en la playa de La Ribera. Con el cuerpo agotado pero el espíritu en alto, los participantes se lanzaron al agua para cruzar el foso, culminando así una experiencia que no solo fue física, sino también emocional. Al cruzar la línea de meta, muchos se fundieron en abrazos con sus compañeros, celebrando no solo la finalización de la prueba, sino también el compañerismo y la amistad que se forjaron a lo largo del recorrido.
El ‘Desafío de los 300’ es un evento que, año tras año, se supera a sí mismo. Gracias al esfuerzo incansable del Grupo de Regulares de Ceuta número 54, esta prueba ha logrado convertirse en un símbolo de la ciudad, atrayendo a miles de espectadores y participantes que desean ser parte de esta experiencia única. La combinación de deporte, sacrificio y compañerismo hace que el ‘Desafío de los 300’ sea más que una simple carrera; es una celebración del espíritu humano y de la comunidad ceutí.