La Selectividad, conocida oficialmente como Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) o Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), se ha convertido en un tema candente en el ámbito educativo español. La reciente propuesta de un examen más armonizado ha generado un amplio debate entre las comunidades autónomas, especialmente entre aquellas gobernadas por el PSOE y el Partido Popular. Este artículo explora las diferentes posturas y la situación actual en torno a la Selectividad en España.
La propuesta de un examen común ha sido bien recibida en algunas comunidades, como Castilla-La Mancha y Asturias, donde los rectores universitarios han trabajado en un modelo que busca estandarizar la estructura de las pruebas. Sin embargo, esta iniciativa ha encontrado resistencia en otras regiones, como Cataluña, que se opone a la idea de un examen unificado. Navarra y el País Vasco, por su parte, han optado por no pronunciarse, lo que añade más incertidumbre a la situación.
### La Propuesta de Armonización de la Selectividad
La Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) ha estado trabajando en un modelo de Selectividad que busca una mayor armonización en las pruebas de acceso a la universidad. Este modelo propone que cada una de las 35 materias tenga una estructura común en todas las comunidades autónomas. Esto significa que, por ejemplo, en el examen de Lengua, se establecería un número fijo de bloques y preguntas, así como criterios de puntuación uniformes. Sin embargo, el contenido de las preguntas seguiría siendo diferente en cada región, lo que plantea desafíos en términos de equidad y preparación de los estudiantes.
Mª Antonia Peña, presidenta de CRUE-Asuntos Estudiantiles, ha señalado que la armonización total de contenidos podría llevar a desigualdades en lugar de igualdad. La diversidad curricular en las distintas comunidades autónomas hace que sea complicado establecer un examen idéntico para todos los estudiantes. Además, existe el riesgo de filtraciones si todos los alumnos realizan el mismo examen al mismo tiempo. Por lo tanto, la propuesta de CRUE se presenta como un primer paso hacia una Selectividad más armonizada, dejando la decisión final en manos de las comunidades autónomas.
### Reacciones de las Comunidades Autónomas
Las reacciones a la propuesta de un examen común han sido variadas. En las comunidades donde gobierna el Partido Popular, como Castilla-La Mancha y Asturias, la propuesta ha sido recibida con optimismo. Ester Muñoz, responsable de Educación del Partido Popular, ha expresado su satisfacción con el acuerdo alcanzado por los rectores, considerando que se basa en las bases de su propia propuesta de EBAU común. Esto sugiere una alineación entre las políticas educativas del Partido Popular y las nuevas iniciativas de la CRUE.
Por otro lado, Cataluña ha manifestado su desacuerdo con la idea de un examen unificado. La Generalitat ha afirmado que la propuesta de CRUE es solo un marco de referencia y que no prevén realizar modificaciones sustanciales en su modelo de PAU. Desde la consejería de Educación de Cataluña, se argumenta que la estructura de los exámenes ha sido coherente y que desestimar aspectos como la comprensión oral sería un error, especialmente en un contexto donde se habla de evaluaciones competenciales.
La situación en Navarra y el País Vasco es más incierta, ya que ambas comunidades aún no han dado una respuesta clara sobre su postura respecto a la armonización de la Selectividad. Sin embargo, se espera que el PNV, que gobierna en el País Vasco, se muestre reticente a adoptar una estructura de examen común, lo que podría complicar aún más el panorama educativo en España.
### Desafíos y Perspectivas Futuras
El debate sobre la Selectividad en España no solo refleja las diferencias políticas entre las comunidades autónomas, sino también las preocupaciones sobre la equidad en la educación. La falta de un modelo unificado ha llevado a que los estudiantes enfrenten diferentes formatos y contenidos en sus exámenes, lo que puede afectar sus oportunidades de acceso a la universidad.
A medida que se acerca el año 2026, cuando se espera que se implemente el nuevo modelo de Selectividad, las comunidades autónomas deberán tomar decisiones cruciales sobre cómo proceder. La presión por parte de los estudiantes y los educadores para contar con un sistema más justo y transparente es cada vez mayor. Las manifestaciones y protestas de estudiantes el año pasado evidencian un descontento generalizado con el sistema actual, lo que podría influir en las decisiones que se tomen en el futuro.
En resumen, la Selectividad en España se encuentra en un momento crítico, donde las propuestas de armonización chocan con las realidades políticas y educativas de cada comunidad autónoma. La búsqueda de un equilibrio entre la estandarización y la diversidad curricular será clave para el futuro de la educación en el país.