El Índice de Precios de Consumo (IPC) en España ha experimentado un repunte significativo en julio, alcanzando un 2,7% anual. Este aumento se produce por segundo mes consecutivo, lo que aleja al país del objetivo del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE). Este incremento es el más alto desde febrero de este año, después de haber alcanzado un mínimo anual en mayo, cuando la tasa se situó en un 2%. En junio, el IPC había subido tres décimas, llegando al 2,3%, y ahora se incrementa en cuatro décimas, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las causas principales de este repunte se encuentran en el aumento de los precios de la electricidad y los carburantes, que han tenido un impacto directo en el coste de vida de los ciudadanos.
El IPC de los gastos asociados a la vivienda, donde la electricidad juega un papel crucial, ha aumentado hasta un 6,7%, lo que representa un incremento de 2,5 puntos en comparación con el mismo mes del año anterior. Por otro lado, el IPC del transporte ha subido un 0,2%, un punto más que el año anterior, cuando se encontraba en negativo. Este aumento en el coste del combustible para automoción ha sido un factor determinante en la elevación de la inflación en este sector, aunque también se ha visto influido por el aumento en el transporte de pasajeros. En contraste, otros grupos del IPC, como alimentos, textil, comunicaciones, ocio y hostelería, han mostrado un comportamiento más estable.
En Andalucía, el IPC ha igualado el de España, situándose también en un 2,7%. Este repunte ha sido de tres décimas, lo que es una décima menos que el índice general. Las provincias más inflacionistas en la comunidad son Málaga (3%), Cádiz (2,9%) y Granada (2,9%), mientras que Sevilla (2,6%), Huelva (2,5%) y Córdoba (2,4%) son las que presentan tasas más bajas. Al igual que en el resto del país, el aumento en Andalucía se ha visto impulsado por el incremento en los precios de la electricidad y los carburantes. El grupo de gastos relacionados con la vivienda ha elevado el IPC en 2,2 puntos anuales, alcanzando un 7,8%, mientras que el transporte ha aumentado nueve décimas, hasta un 0,2%. Por otro lado, el grupo que más ha contribuido a la baja del IPC ha sido el de comunicaciones, que ha pasado de un 2% anual en junio a un 0,7% en julio.
En términos mensuales, el IPC ha mostrado una ligera disminución en comparación con mayo, bajando una décima (-0,1%) en España y tres décimas en Andalucía, donde este descenso es uno de los más significativos del país, solo superado por Extremadura. Este descenso mensual se debe principalmente a la evolución de los precios en el sector de vestido y calzado, que han experimentado una caída del 9,4% en un mes, en comparación con el 9,2% a nivel nacional. Sin embargo, otros sectores como ocio y cultura han visto un aumento del 1,3%, y el transporte ha crecido un 1,1%, lo que indica que no todos los sectores están experimentando la misma tendencia inflacionaria.
La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como alimentos no elaborados y productos energéticos, ha mostrado una ligera repuntada en España, alcanzando un 2,3%, mientras que en Andalucía se ha mantenido estable en un 2%. Este indicador, que refleja mejor el comportamiento estructural de los precios, ha mostrado signos de estabilidad. En Andalucía, la inflación subyacente se ha mantenido en el 2,2% durante tres meses consecutivos (mayo, junio y julio), mientras que a nivel nacional ha repuntado una décima en julio, después de estar en el 2,2% en los meses anteriores.
Analizando los detalles de los productos, el INE ha reflejado los grupos que más han subido y bajado en el último año. Entre los productos que han visto un aumento significativo, los huevos destacan con un incremento del 19,1% en julio en comparación con el año anterior. Este aumento se ha visto afectado por brotes de gripe aviar en el norte de Europa y Estados Unidos, así como por un proceso de reconversión del sector hacia granjas más sostenibles. Otros productos que han experimentado un aumento son la carne de vacuno (+15,8%), café, cacao e infusiones (+15,3%), transporte público urbano (+13,7%) y calefacción, alumbrado y distribución de agua (+13,6%).
Por el contrario, entre los productos que han visto una disminución en sus precios, el aceite de oliva encabeza la lista con un descenso del 44% a nivel nacional. Aunque este dato no se desglosa por regiones, el capítulo de grasas y aceites en Andalucía ha mostrado un retroceso del 36,6%. Otros productos que han visto caídas significativas son el azúcar, con un descenso del 17,8%, y objetos recreativos (-4%). Esta situación refleja un cambio notable en la dinámica de precios, donde los productos que anteriormente eran inflacionistas ahora están experimentando caídas significativas.
En el contexto andaluz, las provincias de Granada y Córdoba son las que más varían en el precio de la gasolina y el GLP, dependiendo de la estación de servicio. Este fenómeno puede ser atribuido a diversos factores, incluyendo la competencia entre estaciones de servicio y la logística de distribución. Además, el aumento del precio de la electricidad y los carburantes ha elevado el IPC al 2,7% tanto en Andalucía como en el resto de España, lo que plantea desafíos para los consumidores y la economía en general. La situación actual requiere un seguimiento cercano, ya que la inflación puede tener repercusiones significativas en el poder adquisitivo de los ciudadanos y en la estabilidad económica del país.