Andalucía, una de las comunidades autónomas más grandes de España, ha logrado recientemente un hito significativo en términos de empleo, alcanzando la tasa de desempleo más baja desde 2008. Sin embargo, este logro se ve empañado por la alarmante realidad de las rentas en la región. A pesar de que el empleo ha aumentado, una gran parte de la población sigue enfrentando dificultades económicas, con un porcentaje considerable de trabajadores, pensionistas y beneficiarios de prestaciones que viven con menos de 1.000 euros al mes. Este artículo explora las cifras y las implicaciones de esta situación, así como las posibles soluciones para abordar la pobreza en Andalucía.
La situación económica de Andalucía es compleja. Según un informe del sindicato de técnicos de Hacienda, Gestha, el 38,5% de las personas que reciben un salario, pensión o prestación de desempleo en la región, es decir, más de 2 millones de personas, perciben menos de 1.000 euros al mes. Esta cifra es la más alta en términos absolutos en España, superando a comunidades como Madrid, donde 1,1 millones de personas se encuentran en la misma situación. En conjunto, Andalucía, Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana representan el 62,3% de la población que vive con menos de 1.000 euros mensuales.
### La Realidad de los Ingresos en Andalucía
El informe de Gestha destaca que, en términos porcentuales, Andalucía ocupa el segundo lugar en el ranking de comunidades con rentas por debajo de los 1.000 euros, solo superada por Extremadura, que tiene un 40,78%. Esto significa que más de un tercio de la población andaluza que recibe algún tipo de ingreso vive en condiciones de precariedad económica. La media nacional de personas con ingresos inferiores a esta cifra es del 30,5%, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación en Andalucía.
Además, el 23,1% de todos los asalariados, pensionistas y perceptores de prestaciones en Andalucía se encuentran en esta situación de bajos ingresos. Es importante señalar que estas cifras no incluyen a los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV), que a finales de 2023 alcanzaban los 516.994 en la comunidad. Esto sugiere que la pobreza en Andalucía es aún más profunda de lo que los números iniciales pueden indicar.
A nivel nacional, la situación es igualmente preocupante. De los 827.984 desempleados en España, el 93,5% recibe prestaciones o subsidios que no superan los 12.000 euros anuales. Esto se traduce en una gran parte de la población que, a pesar de estar empleada o recibir algún tipo de ingreso, no logra alcanzar un nivel de vida digno. La precariedad laboral se ha convertido en una realidad para muchos, y la falta de ingresos suficientes es un problema que afecta a millones de personas en todo el país.
### La Llamada a la Acción: Un Pacto de Estado contra la Pobreza
Ante esta alarmante situación, Gestha ha hecho un llamado a la acción, pidiendo un Pacto de Estado contra la Pobreza. Esta propuesta busca unir esfuerzos de todas las administraciones públicas para abordar la problemática de la pobreza y la desigualdad salarial en España. La organización aboga por la necesidad de incrementar los sueldos mínimos, mejorar las pensiones y fomentar la inclusión laboral, así como una mayor redistribución de las políticas de gasto social y del sistema tributario.
El contexto actual exige una respuesta coordinada y efectiva para combatir la pobreza y la desigualdad. A pesar de que la tasa de pobreza en España ha disminuido desde 2014, todavía hay 12,5 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que representa el 25,8% de la población. De estos, 4,1 millones sufren una situación de pobreza extrema, lo que pone de relieve la urgencia de implementar medidas efectivas para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.
Las cifras de pobreza y precariedad laboral en Andalucía son un reflejo de un problema más amplio que afecta a toda España. La necesidad de reformas estructurales que aborden las causas subyacentes de la pobreza es más evidente que nunca. La creación de empleos de calidad, el aumento de los salarios y la mejora de las condiciones laborales son pasos cruciales para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a una vida digna.
En este contexto, es fundamental que tanto el gobierno como la sociedad civil trabajen juntos para encontrar soluciones sostenibles que aborden la desigualdad y la pobreza. La colaboración entre diferentes sectores es esencial para crear un futuro más equitativo y justo para todos los andaluces y españoles en general.
La situación en Andalucía es un recordatorio de que, aunque se han logrado avances en términos de empleo, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar que todos los ciudadanos puedan disfrutar de una vida digna y libre de pobreza. La lucha contra la desigualdad salarial y la pobreza debe ser una prioridad en la agenda política y social, y es responsabilidad de todos contribuir a este objetivo.