La reciente sentencia del Tribunal de Instancia de Briviesca ha marcado un hito en el conflicto que enfrenta a las exmonjas de Belorado con la Iglesia Católica. La decisión judicial, que ordena el desalojo de las exreligiosas del convento, ha generado un intenso debate sobre la legitimidad de su permanencia en el inmueble y ha puesto de relieve las tensiones entre la autoridad eclesiástica y las comunidades religiosas disidentes.
### El Contexto del Cisma y la Sentencia Judicial
El cisma que ha llevado a esta situación se originó el 13 de mayo de 2024, cuando Laura García de Viedma, la entonces abadesa del convento de las Clarisas de Belorado, hizo público un manifiesto en el que declaraba la ruptura de la comunidad con la obediencia al Papa Francisco. Este acto de desobediencia fue el punto de partida de un conflicto que ha escalado hasta llegar a los tribunales. Las exmonjas, que se autodenominan como defensoras de una interpretación más tradicional de la fe, argumentan que tienen derecho a permanecer en el convento, mientras que la Santa Sede, representada por el comisario pontificio Mario Iceta, sostiene que su permanencia carece de fundamento legal.
La sentencia 80/2025, dictada el 31 de julio, ha dado la razón al comisario pontificio, ordenando a las exmonjas que desalojen el convento. La juez María Isabel Revilla argumentó que las demandadas no han demostrado tener un título que justifique su uso del inmueble, lo que ha llevado a la conclusión de que deben abandonar la propiedad. Este fallo ha sido recibido con indignación por parte de las exreligiosas, quienes consideran que la rapidez de la decisión judicial es alarmante y sin precedentes en el contexto de disputas religiosas.
### La Reacción de las Exmonjas y el Debate sobre la Libertad Religiosa
La reacción de las exmonjas ha sido de firmeza y desafío. A pesar de la sentencia, han manifestado su intención de recurrir la decisión ante la Audiencia Provincial, argumentando que la juez ha ignorado aspectos fundamentales de su defensa. En un comunicado, los abogados de las exreligiosas han criticado la afirmación de la juez sobre la libertad religiosa, señalando que esta solo se reconoce a personas físicas y no a entidades jurídicas, lo que consideran un ataque a la jurisprudencia nacional e internacional.
El portavoz de las exmonjas, Francisco Canals, ha expresado su preocupación por la celeridad del proceso judicial, calificándolo de insólito. Asegura que las religiosas, a pesar de la adversidad, mantienen la calma y confían en la “Justicia Divina”. Sin embargo, esta confianza se enfrenta a la dura realidad de una orden judicial que podría llevar a un desalojo forzado, lo que generaría una imagen impactante de la Guardia Civil desalojando a monjas de un convento.
Las exmonjas también han planteado la posibilidad de resistir al desalojo, lo que podría complicar aún más la situación. La comunidad se encuentra dividida, ya que algunas de las religiosas mayores han expresado su deseo de permanecer en el convento, mientras que otras están dispuestas a acatar la sentencia. Esta falta de consenso interno podría llevar a un conflicto aún mayor, tanto en el ámbito legal como en el social.
### Implicaciones Legales y Sociales del Conflicto
El conflicto entre las exmonjas de Belorado y la Iglesia Católica no solo tiene implicaciones legales, sino que también refleja tensiones más amplias dentro de la comunidad religiosa en España. La decisión del tribunal podría sentar un precedente en la manera en que se manejan las disputas internas dentro de las comunidades religiosas, especialmente en un contexto donde la autoridad eclesiástica se enfrenta a movimientos de disidencia.
Además, la situación plantea preguntas sobre la naturaleza de la libertad religiosa en el contexto de las personas jurídicas. Si bien la libertad religiosa es un derecho fundamental, la interpretación de este derecho en el caso de entidades como conventos y órdenes religiosas es compleja y puede variar según la jurisdicción. La sentencia del tribunal ha puesto de manifiesto la necesidad de un marco legal más claro que aborde estas cuestiones, especialmente en un momento en que las comunidades religiosas enfrentan desafíos internos y externos.
La atención mediática que ha recibido este caso también ha puesto de relieve la importancia de la religión en la vida social y cultural de España. La disputa no solo afecta a las exmonjas y a la Iglesia, sino que también involucra a la sociedad en su conjunto, que observa con interés cómo se desarrollan los acontecimientos. La resolución de este conflicto podría tener repercusiones significativas en la percepción pública de la Iglesia y su autoridad, así como en la manera en que se gestionan las comunidades religiosas en el futuro.