La atención sanitaria en Ceuta se ha convertido en un tema de gran preocupación para la población, especialmente en lo que respecta a los inmigrantes que llegan a la ciudad. A pesar de que la sanidad es un derecho fundamental, las personas inmigrantes enfrentan serias limitaciones que dificultan su acceso a los servicios de salud. Estas dificultades son principalmente de carácter burocrático, lo que impide que muchos de ellos puedan recibir la atención médica necesaria.
Las personas que llegan a Ceuta, en su mayoría, se encuentran con un sistema sanitario que no les permite acceder a consultas continuadas. En lugar de contar con un médico de cabecera, se ven obligados a recurrir únicamente al área de urgencias para resolver cualquier problema de salud. Aquellos que residen en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) tienen la opción de acudir a un equipo de enfermería que opera en el centro, pero esta atención es limitada y no sustituye la necesidad de un seguimiento médico regular.
Los inmigrantes que no están alojados en el CETI enfrentan aún más obstáculos. Según informes de organizaciones como Médicos del Mundo, las barreras que enfrentan son comunes en diversas regiones de España, aunque no se dispone de datos específicos sobre Ceuta. Sin embargo, se sabe que la situación es recurrente y afecta a un número significativo de personas. Un voluntario de la asociación Elín, Ramsés Azumik, destaca que, aunque no se pueden hablar de estadísticas concretas, las experiencias vividas por los inmigrantes reflejan la gravedad del problema.
Las dificultades para acceder a la atención primaria son evidentes. Por ejemplo, un inmigrante que sufre una fractura puede recibir atención de emergencia en el hospital, pero no tiene derecho a un seguimiento posterior, lo que complica su recuperación. Sin una tarjeta sanitaria, que solo se puede obtener con la regularización de su situación, se les niega el acceso a servicios básicos como la retirada de un yeso o el seguimiento de otros diagnósticos. Esta situación crea un ciclo vicioso en el que los inmigrantes deben regresar a urgencias para problemas que podrían ser tratados de manera más eficiente en atención primaria.
La pandemia de COVID-19 también exacerbó las dificultades que enfrentan los inmigrantes en Ceuta. Durante este periodo, muchos quedaron atrapados en la ciudad, lo que complicó aún más su acceso a la atención médica. Aunque la situación ha mejorado, las secuelas de la pandemia siguen presentes. Un caso notable es el de un joven que sufrió una rotura en la pierna y, debido a la falta de seguimiento médico, terminó con deficiencia motora. Este tipo de situaciones pone de manifiesto la importancia de un sistema de salud accesible y eficiente para todos.
El equipo de enfermería en el CETI, aunque limitado, proporciona algún tipo de apoyo a los inmigrantes. Sin embargo, su capacidad para ofrecer atención es restringida y no pueden abordar todas las necesidades de salud de los residentes. Además, la falta de acceso a servicios básicos y de asistencia rutinaria sigue siendo un gran obstáculo. La principal barrera que enfrentan es la imposibilidad de empadronarse, lo que les impide acceder a la atención sanitaria de manera adecuada.
Otro aspecto crítico es la comunicación entre los profesionales de la salud y los inmigrantes. La falta de traductores o mediadores que puedan ayudar a superar las barreras lingüísticas complica aún más la situación. Aunque en algunos casos se logra sortear este obstáculo gracias a profesionales que dominan el árabe o el dariya, la necesidad de implementar medidas de traducción es evidente para garantizar una atención adecuada.
En resumen, las limitaciones en el acceso a la atención sanitaria para los inmigrantes en Ceuta son un reflejo de un sistema que, a pesar de sus esfuerzos, aún no logra garantizar la igualdad en el acceso a la salud. Las dificultades burocráticas, la falta de seguimiento médico y las barreras lingüísticas son solo algunas de las muchas complicaciones que enfrentan. La situación exige una atención urgente y un enfoque más inclusivo que permita a todos los residentes de Ceuta, independientemente de su estatus migratorio, acceder a la atención médica que necesitan.