La situación en Gaza se ha vuelto crítica, especialmente en lo que respecta a la salud infantil. En el único hospital pediátrico que trata la desnutrición severa en Ciudad de Gaza, se observan escenas desgarradoras de madres que sostienen a sus hijos en brazos, quienes sufren de desnutrición extrema. Este hospital, la Sociedad Benéfica de Amigos del Paciente, se ha convertido en un refugio para aquellos que enfrentan la hambruna, que ha cobrado la vida de muchos menores en la región. La situación es alarmante, y los testimonios de las madres que han visto a sus hijos perder peso y fuerza son desgarradores.
La madre de Aisha, una niña de un año y ocho meses, describe cómo su hija, que anteriormente era activa y saludable, ahora no puede mantenerse en pie ni caminar. Este relato no es un caso aislado; es un reflejo de la realidad que viven muchas familias en Gaza. La escasez de alimentos y la falta de atención médica adecuada han llevado a un aumento en los casos de desnutrición, y el hospital se encuentra desbordado, con un número creciente de pacientes que requieren atención urgente.
La situación se ha deteriorado drásticamente desde mediados de 2024, cuando el hospital abrió un nuevo centro para atender a los pacientes. Según el médico director del hospital, Said Salah, el número de ingresos ha aumentado significativamente, con un promedio de 11 nuevos casos diarios. Esta tendencia es alarmante, ya que indica un nivel de hambruna extremo, donde la falta de nutrientes esenciales afecta a todas las edades, desde bebés hasta ancianos. La escasez de alimentos en el mercado ha llevado a que incluso aquellos que son dados de alta regresen al hospital en condiciones de desnutrición.
### La Realidad de la Desnutrición en Gaza
La desnutrición en Gaza no es solo un problema de falta de alimentos, sino que también está relacionada con la falta de acceso a atención médica adecuada. Los médicos del hospital han advertido que la situación es insostenible. La falta de medicamentos y la proliferación de enfermedades crónicas complican aún más la atención a los pacientes. La escasez de alimentos y medicamentos ha llevado a un aumento en las complicaciones de salud, lo que agrava la crisis humanitaria.
Said Salah, con más de 20 años de experiencia en nutrición, afirma que nunca ha visto casos tan graves de desnutrición, ni siquiera en regiones de África que han enfrentado crisis humanitarias. La falta de alimentos y la imposibilidad de acceder a tratamientos médicos han llevado a un aumento en el número de muertes, especialmente entre los más vulnerables: bebés, mujeres embarazadas y madres lactantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF han alertado sobre la grave deficiencia en el suministro de nutrientes, lo que pone en riesgo la vida de miles de personas.
La situación es aún más crítica para las mujeres que amamantan. La falta de alimentos ha llevado a que muchas de ellas no produzcan suficiente leche para alimentar a sus bebés. Esto crea un ciclo vicioso de desnutrición que afecta tanto a las madres como a los niños. La desesperación de las familias se hace evidente cuando se enfrentan a la realidad de que no hay alimentos ni suplementos disponibles en los hospitales. Las madres, como Nura Hijazi, se ven obligadas a buscar ayuda en un sistema que está al borde del colapso.
### La Necesidad de Ayuda Internacional
La crisis de desnutrición en Gaza requiere una respuesta urgente y coordinada de la comunidad internacional. La falta de acceso a alimentos y atención médica no solo es un problema local, sino que es un llamado a la acción para todos aquellos que se preocupan por los derechos humanos y la dignidad de las personas. La situación actual es insostenible y, si no se toman medidas inmediatas, las consecuencias serán devastadoras.
Las organizaciones humanitarias deben intensificar sus esfuerzos para proporcionar asistencia alimentaria y médica a la población afectada. Además, es crucial que se establezcan corredores humanitarios que permitan la entrada de suministros esenciales en Gaza. La comunidad internacional debe presionar para que se levanten las restricciones que impiden el acceso a alimentos y medicamentos, y se debe garantizar que la ayuda llegue a quienes más la necesitan.
La crisis de desnutrición en Gaza es un recordatorio de la fragilidad de la vida humana y de la necesidad de solidaridad en tiempos de crisis. Cada día que pasa sin una respuesta adecuada significa más vidas en riesgo y más familias sufriendo. Es hora de actuar y de asegurar que la ayuda llegue a quienes más la necesitan, para que historias como la de Aisha y su madre no se repitan en el futuro.