En Andalucía, el sector de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) ha estado en el centro de una intensa disputa laboral que ha llevado a la Inspección de Trabajo a intervenir. Con más de 20.000 conductores de VTC en la región, la situación ha captado la atención de sindicatos y empresas, quienes han estado luchando por mejorar las condiciones laborales de este colectivo. Uno de los casos más destacados involucra a Ares Capital, la empresa que gestiona las licencias de VTC utilizadas por Uber, y que ha sido objeto de una denuncia por parte de UGT, el sindicato que ha defendido los derechos de los trabajadores en este sector.
La denuncia se remonta a 2019, cuando UGT alertó sobre el exceso de jornada laboral que enfrentaban más de 1.100 conductores de Uber en Sevilla. La Inspección de Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social, confirmó las irregularidades y sancionó a Ares Capital. La empresa argumentó que las horas trabajadas que superaban las 40 semanales no eran contabilizadas, alegando que los conductores a menudo olvidaban desconectarse de la plataforma de Uber. Sin embargo, la Inspección de Trabajo no aceptó esta justificación y levantó un acta de liquidación por impago de las cuotas de la Seguridad Social correspondientes a las horas extraordinarias.
La sanción impuesta a Ares Capital asciende a casi 1,6 millones de euros, lo que incluye una multa de aproximadamente 785.000 euros. Esta situación ha llevado a la empresa a presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, desafiando la resolución de la Inspección de Trabajo. Ares Capital es uno de los principales actores en el mercado de VTC en España, y su vinculación con Uber y otros fondos de inversión ha suscitado preocupaciones sobre las prácticas laborales en el sector.
### La Lucha por un Convenio Colectivo
En un intento por mejorar las condiciones laborales de los conductores de VTC, en noviembre de 2024, UGT firmó el primer convenio sectorial que busca consolidar los derechos de estos trabajadores. Este acuerdo establece una jornada laboral de 1.776 horas anuales, reduciendo las 1.826 horas que se trabajaban anteriormente. Además, se contempla un aumento salarial del 14,5% durante el período 2024-2027, lo que permitirá que el salario base de un conductor alcance los 1.267 euros en 14 pagas al final de este período.
El convenio también incluye pluses por calidad, vestuario, idiomas y nocturnidad, así como una compensación por horas extras. Sin embargo, la implementación de un sistema efectivo para controlar las horas extraordinarias es crucial para garantizar que los conductores reciban la compensación adecuada. UGT ha destacado que este acuerdo representa un avance significativo en la lucha por los derechos laborales de los trabajadores de VTC, proporcionando estabilidad y seguridad jurídica tanto para los empleados como para las empresas del sector.
A pesar de estos avances, muchos conductores siguen enfrentando dificultades. Juan, un conductor de Uber en Sevilla, ha compartido su experiencia, afirmando que las horas extras no son pagadas adecuadamente. Según él, la jornada laboral promedio es de 7,5 horas, pero las exigencias de la empresa hacen que sea difícil cumplir con los tiempos establecidos para repostar y limpiar el vehículo. Juan ha señalado que, a menudo, los conductores no reciben compensación por las horas trabajadas más allá de su jornada habitual, lo que genera frustración y descontento entre sus compañeros.
### Desafíos en la Implementación de Derechos Laborales
La situación en el sector VTC refleja un desafío más amplio en la implementación de derechos laborales en un entorno donde las plataformas digitales han transformado la forma en que se presta el servicio de transporte. La falta de un sistema de control efectivo para registrar las horas trabajadas ha sido un punto crítico en la disputa entre los conductores y las empresas. Juan ha indicado que, en ocasiones, el tiempo que pasan en atascos o esperando a clientes no se contabiliza correctamente, lo que agrava la situación de los trabajadores.
La vinculación de Ares Capital con Moove Cars, una empresa que gestiona flotas y que también tiene participación de Uber, añade una capa de complejidad a la situación. La falta de comunicación y transparencia entre estas empresas y los conductores ha contribuido a la percepción de que los derechos laborales no están siendo respetados adecuadamente. A medida que la Inspección de Trabajo y los sindicatos continúan luchando por mejorar las condiciones laborales, la presión sobre las empresas para que cumplan con las normativas laborales se intensifica.
La situación actual en el sector VTC en Andalucía es un reflejo de la necesidad de un cambio estructural en la forma en que se gestionan los derechos laborales en la economía digital. A medida que más trabajadores se unen a la lucha por condiciones laborales justas, el futuro del sector dependerá de la capacidad de las empresas para adaptarse a estas demandas y garantizar que los derechos de los conductores sean respetados y protegidos.