Un fallo en el sistema informático del Hospital Universitario de Ceuta ha generado un caos significativo en la atención a los pacientes, quienes se han visto obligados a esperar indefinidamente para ser atendidos por especialistas. Este incidente, que ocurrió a primera hora de la mañana del jueves 15 de mayo de 2025, ha dejado a muchos pacientes frustrados y preocupados por la falta de atención médica adecuada.
Desde las 8:15 de la mañana, los pacientes que acudían a sus consultas en el hospital de Loma Colmenar se encontraron con la desagradable sorpresa de que los ordenadores no funcionaban. La frase “los ordenadores no van” resonó en los pasillos del hospital, mientras los pacientes, que en muchos casos llevaban meses esperando ser atendidos, se mostraban cada vez más inquietos. Algunos decidieron marcharse, mientras que otros optaron por permanecer en el recinto, con la esperanza de que la situación se resolviera.
Los profesionales de la salud se vieron obligados a explicar a los pacientes que, sin acceso a los sistemas informáticos, no podían realizar muchas de las tareas necesarias para atender a los enfermos. “Hasta que no tengamos línea no podemos hacer mucho”, se escuchó decir a algunos sanitarios, quienes se encontraban tan frustrados como los pacientes. La incapacidad para acceder a los registros médicos ha impedido el normal funcionamiento de las consultas, lo que ha generado un efecto dominó en otros servicios del hospital.
La situación no solo ha afectado al hospital, sino también a los centros de salud de la región. A las 10:30 de la mañana, se anunció que los ordenadores habían vuelto a funcionar, lo que permitió a algunos pacientes que decidieron quedarse recibir atención. Sin embargo, las quejas continuaron, ya que muchos se preguntaban por qué este tipo de incidentes seguían ocurriendo y qué medidas se estaban tomando para evitar que se repitieran en el futuro.
La incapacidad para emitir recetas y la dificultad para imprimir documentos han dejado a los médicos en una situación complicada. Desde las 8:00 horas, algunos profesionales solo pudieron atender a un paciente debido a la falta de acceso a la información necesaria. Aunque algunos médicos lograron acceder al sistema, lo hicieron de manera parcial, lo que complicó aún más la atención a los pacientes.
Este tipo de fallos en el sistema informático no son nuevos en el Hospital Universitario de Ceuta. La repetición de estos problemas ha generado preocupación entre los profesionales de la salud y los pacientes, quienes temen que una nueva caída del sistema pueda volver a interrumpir la atención médica. La falta de un sistema informático confiable es una cuestión crítica que necesita ser abordada con urgencia para garantizar que los pacientes reciban la atención que necesitan sin demoras innecesarias.
La situación actual ha puesto de relieve la importancia de contar con un sistema informático robusto y eficiente en el ámbito de la salud. La atención médica no puede depender de un sistema que presenta fallos recurrentes, ya que esto no solo afecta la calidad de la atención, sino que también pone en riesgo la salud de los pacientes que requieren atención urgente.
Los pacientes y sus familias merecen respuestas claras sobre por qué estos problemas continúan ocurriendo y qué medidas se están implementando para solucionarlos. La confianza en el sistema de salud es fundamental, y es responsabilidad de las autoridades garantizar que se tomen las acciones necesarias para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro. La salud de la población debe ser una prioridad, y esto incluye asegurar que los hospitales y centros de salud cuenten con la infraestructura tecnológica adecuada para ofrecer un servicio de calidad.
En resumen, el fallo en el sistema informático del Hospital Universitario de Ceuta ha puesto de manifiesto la fragilidad de la infraestructura de salud en la región. Es imperativo que se realicen inversiones y mejoras en los sistemas tecnológicos para asegurar que los pacientes reciban la atención que necesitan sin interrupciones. La salud es un derecho fundamental, y es esencial que se garantice un acceso adecuado y oportuno a los servicios médicos.