La situación de los menores extranjeros no acompañados en Ceuta ha alcanzado niveles críticos, con una sobreocupación del 400% en los centros de acogida. Este alarmante dato se ha hecho evidente en las últimas semanas, donde más de 30 niños han llegado a la ciudad en un periodo de apenas 48 horas, aprovechando las condiciones climáticas adversas. La Ciudad Autónoma ha asumido la responsabilidad de cuidar a 435 menores, lo que plantea serios desafíos logísticos y humanitarios para el gobierno local.
### La Presión Migratoria en Ceuta
Ceuta, por su ubicación geográfica, se enfrenta a una presión migratoria constante, especialmente en momentos de inclemencias meteorológicas. La entrada de menores no acompañados ha dejado al gobierno local en una situación complicada, donde la capacidad de los centros de acogida se ve superada por la realidad de la migración infantil. La próxima reunión de la Sectorial de Infancia, programada para el lunes, se presenta como una oportunidad crucial para abordar esta problemática. En esta cita, se discutirán no solo los números de menores acogidos, sino también la necesidad de implementar políticas efectivas que respondan a la dinámica cambiante de la migración.
La situación se ha vuelto insostenible, y la Ciudad Autónoma ha tenido que improvisar soluciones, como la apertura de nuevas instalaciones y la colaboración con entidades sociales para proporcionar refugio a los menores. Sin embargo, la falta de previsibilidad en las llegadas de niños dificulta cualquier planificación a largo plazo. La realidad es que, tras cada temporal, se produce una “resaca” de menores que llegan a las dependencias policiales tras cruzar la frontera sin ser detectados.
### Estrategias de Reubicación y Contingencia
Durante la reunión de la Sectorial de Infancia, se abordará la reubicación de menores que han llegado a Ceuta y a las Islas Canarias, en un intento por aliviar la carga sobre los recursos locales. La propuesta del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática busca establecer un mecanismo que permita trasladar a aproximadamente 4,400 menores, la mayoría de los cuales provienen de Canarias. Este plan, que ha generado controversia, se basa en un real decreto que fue convalidado recientemente.
Uno de los puntos clave de la discusión será la declaración de situaciones de contingencia migratoria. Según la propuesta, cualquier comunidad autónoma podrá solicitar al Gobierno que se declare esta situación cuando su ocupación de menores exceda tres veces su capacidad ordinaria. Esto permitiría que los menores no acompañados que sean localizados en esas regiones sean inscritos en el Registro de Menores Extranjeros No Acompañados, facilitando su gestión y atención.
Ceuta, al ser una ciudad fronteriza, se encuentra en una posición vulnerable ante estas situaciones. La saturación de los centros de acogida se intensifica especialmente durante los meses de verano y en momentos de mal tiempo, como ha sucedido recientemente. En el pasado, la ciudad ha tenido que solicitar refuerzos, como el despliegue de Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), para manejar la afluencia de menores.
Los criterios de reparto propuestos por el Gobierno para la reubicación de menores incluyen factores como la población, la renta per cápita, la tasa de desempleo y el esfuerzo de acogida. Estos criterios buscan equilibrar la carga entre las diferentes comunidades autónomas, aunque su implementación dependerá de la aprobación unánime en la sectorial.
La situación actual en Ceuta es un reflejo de una crisis humanitaria que requiere atención urgente. La capacidad de respuesta del gobierno local y la colaboración con otras comunidades serán determinantes para abordar esta problemática de manera efectiva. La realidad de los menores extranjeros no acompañados en Ceuta es un desafío que no solo afecta a la ciudad, sino que también plantea preguntas sobre la política migratoria en España y la necesidad de un enfoque más humano y sostenible.
