La Iglesia de Córdoba se prepara para un evento significativo con la toma de posesión de su nuevo obispo, Jesús Fernández, quien asumirá oficialmente su cargo en una ceremonia que se llevará a cabo el sábado. Este acto marca un hito importante, ya que es la primera vez en 15 años que se realiza fuera de la emblemática Mezquita-Catedral, un lugar que ha sido testigo de la historia religiosa de la ciudad. Jesús Fernández llega a Córdoba tras haber servido como obispo de Astorga, y su nombramiento ha generado gran expectación entre los fieles y la comunidad en general.
La ceremonia de toma de posesión comenzará a las 11:00 horas, aunque el nuevo obispo iniciará su jornada mucho antes, partiendo del seminario San Pelagio hacia la Catedral. Este recorrido será acompañado por una comitiva que incluye al arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, quien tiene la responsabilidad de otorgar la posesión de la cátedra. También estará presente el administrador apostólico saliente, Demetrio Fernández, quien ha estado al frente de la diócesis desde que se despidió oficialmente en febrero tras cumplir 75 años.
La llegada del nuevo obispo a la Puerta del Perdón de la Mezquita-Catedral será un momento simbólico, donde será recibido por el Colegio de Consultores y el Cabildo, así como por varios sacerdotes. Durante esta recepción, el arzobispo de Sevilla presentará a Jesús Fernández, quien realizará un juramento de fidelidad y se comprometerá a desempeñar su cargo en comunión con Dios y la doctrina de la Iglesia. Este acto de juramento es fundamental, ya que establece la base de la relación del nuevo obispo con su comunidad y su compromiso con los valores cristianos.
Una vez completado el juramento, la procesión se trasladará al Patio de los Naranjos, donde el nuevo obispo se arrodillará en adoración al Santísimo. Este momento de oración es crucial, ya que simboliza la humildad y la devoción que debe caracterizar su ministerio. Posteriormente, la comitiva se dirigirá a la Sacristía Mayor de la Catedral para revestirse antes de la misa de toma de posesión.
La misa comenzará con la entrada del nuevo obispo, el administrador apostólico y el arzobispo de Sevilla, quienes incensarán el altar como parte del rito litúrgico. Durante la celebración, se presentarán las Letras Apostólicas, un documento que confirma el nombramiento de Jesús Fernández por parte del papa Francisco. Este acto es esencial, ya que representa la unión entre la Iglesia de Roma y la diócesis de Córdoba, reafirmando la autoridad del nuevo obispo.
El escudo episcopal de Jesús Fernández es otro aspecto que merece atención. Este escudo, que eligió en 2014, está dividido en cuatro secciones que representan elementos significativos de su ministerio. Incluye la eucaristía, una biblia abierta con el alfa y omega, una estrella de siete puntas y un león, que simboliza sus raíces leonesas. Además, el lema que ha escogido para su episcopado, “evangelizare pauperibus”, refleja su compromiso con la evangelización y el servicio a los más necesitados, un principio que ha guiado su vida sacerdotal desde sus inicios.
La ceremonia no solo será un evento religioso, sino también un momento de encuentro para la comunidad. Se espera la asistencia de una treintena de representantes institucionales de la ciudad, incluyendo al alcalde y otros funcionarios, lo que subraya la importancia de la Iglesia en la vida social y cultural de Córdoba. La participación de la comunidad en este acto es un testimonio del papel central que la religión juega en la vida de muchos cordobeses.
La llegada de Jesús Fernández a la diócesis de Córdoba representa un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia local. Con su experiencia y su enfoque en la evangelización, se espera que el nuevo obispo aborde los desafíos que enfrenta la comunidad, incluyendo la atención a los barrios más desfavorecidos de la ciudad. Su sensibilidad hacia las necesidades de los pobres ha sido un tema recurrente en sus declaraciones, lo que sugiere que su ministerio estará marcado por un fuerte compromiso social.
En resumen, la toma de posesión de Jesús Fernández como nuevo obispo de Córdoba no solo es un evento religioso, sino también un momento de reflexión sobre el papel de la Iglesia en la sociedad actual. A medida que la comunidad se prepara para recibir a su nuevo líder espiritual, se abre un espacio para la esperanza y la renovación en la diócesis, con la expectativa de que su ministerio traerá consigo un enfoque renovado en la evangelización y el servicio a los más necesitados.
