La reciente subida del precio de la bombona de butano en Ceuta ha generado preocupación entre los ciudadanos, especialmente aquellos que dependen de este recurso para sus actividades diarias. Desde el 20 de mayo de 2025, el costo de la bombona de 12,5 kilos ha aumentado de 15,55 a 15,83 euros, lo que representa un incremento del 1,8%. Este ajuste ha sido oficializado a través de un decreto firmado por la consejera de Hacienda, Kissy Chandiramani, y se ha justificado por la actualización automática del coste de los gases licuados del petróleo (GLP).
La normativa estatal permite a las comunidades autónomas, como Ceuta, aplicar variaciones sobre el precio base debido a factores locales. En este caso, el precio fijado por el Gobierno central para el butano antes de impuestos es de 117,5357 céntimos por kilo, al que Ceuta añade 9,1125 céntimos más por kilo en concepto de costes locales. Esto resulta en un precio final de 126,65 céntimos por kilo, que se traduce en el nuevo precio de 15,83 euros por la bombona estándar.
### Causas del Aumento del Precio del Butano
El aumento del precio del butano no es un fenómeno aislado ni arbitrario. Se basa en un mecanismo técnico establecido en la Orden IET/389/2015, que regula los precios máximos de venta de estos productos. A nivel nacional, el Ministerio para la Transición Ecológica establece una tarifa base, a la que se le pueden sumar ajustes específicos en función de los costes de comercialización en cada región. Este sistema de revisión es bimestral, lo que significa que los precios se actualizan cada dos meses, considerando factores como el coste del crudo y la cotización del gas en los mercados internacionales.
En el caso de Ceuta, el impacto de esta subida es notable, ya que muchas familias dependen del butano como fuente principal de energía para cocinar y calentar agua. A pesar de que existe una compensación al consumo de 8 céntimos por kilo para mitigar el efecto de estas subidas, el aumento sigue siendo significativo. Esta bonificación, que actúa como un ‘colchón’ para los consumidores, no es suficiente para evitar que el precio se sienta en el bolsillo de los ceutíes.
### Impacto en la Economía Doméstica
La reciente subida del precio del butano es la segunda en lo que va del año. A principios de 2025, el precio de la bombona era de 14,71 euros, y en marzo subió a 15,55 euros. Ahora, con el nuevo ajuste, el precio se sitúa en 15,83 euros. Aunque el incremento es moderado, muchas familias lo notarán, especialmente aquellas que utilizan butano en viviendas antiguas o en barrios donde no se ha generalizado el uso del gas natural. Esto significa que cualquier cambio en el precio del butano tiene un impacto directo en la economía doméstica de los ciudadanos.
El uso del butano sigue siendo muy común en Ceuta, lo que hace que cualquier variación en su precio sea motivo de preocupación. La dependencia de este combustible en muchas casas significa que los aumentos de precio pueden afectar la calidad de vida de los residentes, obligándolos a ajustar sus presupuestos y, en algunos casos, a buscar alternativas más costosas o menos eficientes.
### Perspectivas Futuras
El sistema de revisión del precio del butano, que se realiza cada dos meses, implica que no se pueden descartar nuevas subidas en el futuro. Factores como el coste del crudo y la situación en los mercados internacionales son variables que pueden influir en el precio final. Desde la Ciudad Autónoma de Ceuta, se recuerda que estas decisiones se ajustan a la normativa estatal, y que la capacidad de maniobra local se limita a compensaciones puntuales como la actual ayuda por kilo consumido.
Para aquellos interesados en conocer todos los detalles sobre esta nueva subida del precio de la bombona de butano en Ceuta, el decreto completo está disponible en el Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta (BOCCE), publicado el 27 de mayo de 2025. Este documento proporciona información detallada sobre los motivos del ajuste y las implicaciones para los consumidores. La situación actual plantea un desafío para las familias ceutíes, que deben adaptarse a un entorno económico en constante cambio, donde los precios de los recursos básicos pueden fluctuar de manera significativa.