La reciente elección de Ángela de Miguel como presidenta de Cepyme marca un hito significativo en la representación de las pequeñas y medianas empresas en España. Con un 52,7% de los votos en la Asamblea General Electoral, De Miguel se posiciona como la nueva voz de un sector que enfrenta múltiples desafíos en el actual panorama económico. Su compromiso de fortalecer la organización y dar protagonismo a las pymes resuena en un momento crítico para este segmento empresarial.
### Un nuevo liderazgo para Cepyme
Ángela de Miguel, quien también preside CEOE-Cepyme Valladolid, ha tomado las riendas de Cepyme tras una votación que evidenció la polarización en la patronal. Con 246 votos a su favor de un total de 466, su victoria no solo representa un cambio de liderazgo, sino también una respuesta a las tensiones internas que han caracterizado a la organización en los últimos tiempos. La elección se desarrolló en un ambiente de controversia, especialmente en torno al sistema de voto delegado, que permitió que un 40% de los votos fueran delegados. Este aspecto ha sido objeto de críticas, ya que algunos argumentan que sin este sistema, el resultado podría haber favorecido a su predecesor, Gerardo Cuerva.
De Miguel ha expresado su deseo de trabajar por una Cepyme más fuerte, útil y unida, enfatizando la necesidad de abordar los problemas que enfrentan las pymes en España. En su discurso, subrayó la gravedad de la situación actual, donde las pequeñas empresas lidian con una burocracia asfixiante, una presión fiscal elevada y un absentismo laboral que ha alcanzado niveles récord. Su mensaje es claro: es hora de que las pymes recuperen su protagonismo en el debate público y sean reconocidas como un pilar fundamental de la economía española.
### Desafíos y oportunidades para las pymes
La nueva presidenta de Cepyme ha señalado que las pymes son esenciales para el tejido económico del país, y su bienestar debe ser una prioridad. En este sentido, De Miguel ha hecho un llamado a la unidad y la colaboración entre las diferentes organizaciones que componen Cepyme, destacando que todos deben trabajar juntos para mejorar la situación de las pequeñas empresas. La necesidad de propuestas concretas y de un diálogo abierto con el Gobierno es fundamental para abordar los problemas que afectan a este sector.
La situación actual de las pymes es crítica. Las trabas burocráticas y las decisiones unilaterales del Gobierno han generado un clima de incertidumbre que afecta la operativa diaria de estas empresas. De Miguel ha enfatizado que es necesario un compromiso fuerte por parte de Cepyme para abordar estos desafíos y asegurar que las pymes sean escuchadas en las decisiones que les afectan. La presidenta ha manifestado su intención de sentarse con todos los actores involucrados para trabajar en soluciones que beneficien a las pequeñas y medianas empresas.
Además, la elección de De Miguel se produce en un contexto en el que la patronal Conpymes busca ganar peso en el diálogo social. Este cambio de liderazgo podría ser una oportunidad para que Cepyme se posicione de manera más efectiva en las negociaciones con el Gobierno y otras organizaciones empresariales. La presidenta ha dejado claro que la política no debe influir en la representatividad de las empresas, y que Cepyme debe ser un referente en la defensa de los intereses de las pymes.
El nuevo Comité Ejecutivo que acompañará a De Miguel está compuesto por 30 miembros, incluyendo representantes de importantes patronales como CEIM, Foment del Treball y CEV. Esta diversidad de apoyos sugiere que la nueva presidenta tiene la intención de construir un frente unido en la defensa de las pymes, lo que podría ser clave para enfrentar los retos que se avecinan.
La elección de Ángela de Miguel como presidenta de Cepyme no solo representa un cambio en el liderazgo, sino también una oportunidad para revitalizar la organización y poner a las pymes en el centro del debate económico. Con su enfoque en la unidad y la colaboración, De Miguel se enfrenta a la tarea de transformar Cepyme en una voz más fuerte y efectiva para las pequeñas y medianas empresas en España. En un momento en que el sector necesita más que nunca apoyo y representación, su liderazgo podría marcar la diferencia en la lucha por un entorno más favorable para las pymes.