La medicina forense es una disciplina que a menudo se asocia únicamente con la realización de autopsias, pero su alcance es mucho más amplio y complejo. En Cataluña, el Instituto de Medicina Forense desempeña un papel crucial en la investigación de muertes y en la asistencia a las víctimas de delitos. Eneko Barbería, director del Instituto, destaca que de las más de 100,000 actuaciones anuales, solo un pequeño porcentaje corresponde a autopsias, lo que pone de manifiesto la diversidad de funciones que realizan los forenses en esta comunidad autónoma.
### La Realidad de las Muertes en Cataluña
Según Barbería, aproximadamente el 60 por ciento de las muertes en Cataluña son por causas naturales, muchas de las cuales ocurren de manera súbita. Este dato es significativo, ya que refleja la necesidad de un enfoque sensible y comprensivo hacia las familias que enfrentan la pérdida de un ser querido. En muchas ocasiones, los familiares se encuentran desorientados y con muchas preguntas sobre el proceso que sigue a una muerte inesperada. Para abordar esta situación, el Instituto ha desarrollado un díptico informativo que ayuda a las familias a entender el proceso judicial y los pasos a seguir tras el fallecimiento de un ser querido.
El director del Instituto explica que las autopsias se llevan a cabo en casos de muerte violenta, sospechosa de criminalidad o cuando la causa de muerte es desconocida y no hay un certificado médico de defunción. En estos casos, es el juzgado quien ordena la autopsia, y el proceso se realiza en un plazo de 24 horas, lo que permite a las familias reclamar el cuerpo y los objetos personales del fallecido. La comunicación con los familiares es fundamental, y es por ello que se han establecido canales de apoyo psicológico a través del Departamento de Salud.
### Funciones Diversas de los Forenses
Además de las autopsias, los forenses en Cataluña realizan una variedad de funciones que son esenciales para el sistema judicial y la protección de las víctimas. Entre estas funciones se incluyen asistencias a juicios, valoraciones psiquiátricas, determinación de la edad y análisis de sustancias tóxicas en el laboratorio. También se encargan de la valoración de lesiones en víctimas de accidentes de tráfico, laborales o agresiones sexuales.
Un aspecto preocupante que ha surgido en los últimos años es el aumento de la violencia sexual. Barbería señala que se registran alrededor de 600 víctimas al año, lo que ha llevado al Instituto a implementar una guardia específica para atender a estas víctimas de manera inmediata. Esta guardia está disponible las 24 horas y tiene como objetivo reducir los tiempos de espera para las víctimas, en su mayoría mujeres, que requieren atención urgente tras un ataque.
La atención a las víctimas se realiza en el hospital, en colaboración con ginecólogos, para evitar la victimización secundaria. La rapidez en la atención es crucial, ya que transcurridos más de siete días desde el incidente, es improbable que se puedan localizar restos o evidencias. Por ello, se recomienda a las víctimas acudir lo antes posible a recibir atención médica, evitando cambiarse de ropa o ducharse, ya que esto puede comprometer la recolección de pruebas.
El impacto psicológico de estos eventos también es una preocupación central para el Instituto. Desde el primer momento, se realiza una evaluación del trauma y del impacto psiquiátrico que puede sufrir la víctima. Con el tiempo, se pueden valorar las secuelas y determinar si la persona presenta trastornos como el estrés postraumático. Este enfoque integral es fundamental para garantizar que las víctimas reciban el apoyo necesario durante y después del proceso judicial.
La medicina forense en Cataluña, bajo la dirección de Eneko Barbería, no solo se limita a la realización de autopsias, sino que abarca una amplia gama de servicios que son vitales para la justicia y el bienestar de las víctimas. La labor de los forenses es esencial para esclarecer muertes, proporcionar respuestas a las familias y ofrecer apoyo a quienes han sufrido violencia. A medida que la sociedad avanza, es crucial que se reconozca y valore el trabajo de estos profesionales, quienes desempeñan un papel fundamental en la intersección entre la medicina, la justicia y la compasión hacia las víctimas.