La sustracción de menores es un fenómeno que ha cobrado una relevancia alarmante en España, especialmente en los últimos años. Según datos del Ministerio del Interior, en 2024 se registraron más de 1.300 casos de sustracción de menores, lo que equivale a más de un niño desaparecido al día. Este problema no solo afecta a las familias involucradas, sino que también plantea serias cuestiones sobre la eficacia de las leyes y la protección de los derechos de los menores en el país.
### La Realidad de la Sustracción Internacional de Menores
La sustracción internacional de menores es un tema que ha cobrado protagonismo en los últimos años, especialmente en un mundo cada vez más globalizado. La vicepresidenta de la Asociación de Profesionales contra la Sustracción Internacional de Menores, Carmen Varela, señala que las sustracciones internacionales han casi triplicado su frecuencia, en parte debido al aumento de matrimonios mixtos y la movilidad internacional. Esto significa que un progenitor puede llevarse a un niño a otro país sin el consentimiento del otro progenitor, lo que complica aún más la situación legal y emocional de los menores.
La historia de Juana Rivas es un claro ejemplo de cómo la sustracción de menores puede convertirse en un caso mediático y judicial. Rivas, quien ha estado en el centro de una disputa legal sobre la custodia de su hijo, ha sido objeto de atención pública debido a las circunstancias de su caso. Expertos en la materia han señalado que su situación es un reflejo de un problema más amplio que afecta a muchas familias en España. Javier Somoza, de la Asociación Niños Sin Derechos, destaca que la falta de control en las fronteras permite que un progenitor pueda llevarse a un niño sin que se le exija el permiso del otro, lo que crea un vacío legal que perjudica a los menores.
Además, la situación se complica aún más por la falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades. Muchos padres que han sufrido la sustracción de sus hijos se sienten desamparados y sin el apoyo necesario para recuperar a sus pequeños. La lentitud de la justicia y la falta de recursos para abordar estos casos han llevado a que muchos progenitores se sientan frustrados y abandonados por el sistema.
### La Falta de Protección y Recursos para las Familias
La respuesta institucional ante la sustracción de menores ha sido criticada por muchos expertos y organizaciones. Somoza y Herraiz, ambos de asociaciones que trabajan en la defensa de los derechos de los menores, han expresado su descontento con la forma en que se manejan estos casos. Según ellos, hay una falta de voluntad política para abordar el problema de manera efectiva, lo que se traduce en un trato inadecuado a las familias afectadas.
La situación se agrava cuando se considera que muchos de los países a los que los progenitores pueden llevarse a los niños tienen leyes que favorecen a la madre en casos de sustracción. Esto crea un entorno en el que las mujeres pueden sentirse incentivadas a actuar de manera unilateral, llevándose a sus hijos a países donde la legislación es más protectora hacia ellas. Varela explica que muchas veces se alega un “grave riesgo” para justificar la sustracción, lo que puede ser un argumento válido en algunos casos, pero que también puede ser mal utilizado.
La falta de información y recursos también es un factor crítico. Muchos padres no conocen sus derechos ni las leyes que protegen a los menores en casos de sustracción. Esto puede llevar a decisiones precipitadas y a la desesperación, lo que a su vez puede resultar en más sustracciones. La falta de protocolos claros y efectivos para manejar estos casos es un tema recurrente en las discusiones sobre la sustracción de menores en España.
La situación de los menores que son víctimas de sustracción es especialmente preocupante. No solo se les priva de la posibilidad de mantener relaciones con ambos progenitores, sino que también se les expone a situaciones de riesgo en entornos desconocidos. La falta de seguimiento y apoyo psicológico para estos niños es un aspecto que muchos expertos consideran inaceptable.
La sustracción de menores es un problema complejo que requiere una atención urgente y un enfoque multidisciplinario. Es fundamental que las autoridades reconozcan la gravedad de la situación y trabajen en la implementación de medidas efectivas que protejan los derechos de los menores y de sus familias. La colaboración entre diferentes organismos y la sensibilización de la sociedad sobre este tema son pasos necesarios para abordar esta problemática de manera integral.