La reciente operación militar rusa conocida como ‘Flujo’ ha revelado una serie de detalles inquietantes sobre las tácticas utilizadas en el conflicto con Ucrania. Esta misión, que ha sido comparada con una trama cinematográfica, ha dejado al descubierto no solo la audacia de las fuerzas rusas, sino también el alto costo humano y logístico que conlleva. A continuación, exploraremos los aspectos más destacados de esta operación y las implicaciones que tiene para el conflicto en curso.
### La Estrategia Detrás de la Operación ‘Flujo’
El 8 de marzo, se hizo pública la operación ‘Flujo’, que sorprendió a las fuerzas ucranianas al utilizar un gasoducto clausurado que conecta Siberia con Europa. Este gasoducto, construido durante la era soviética, une Urengói, en el noroeste de Siberia, con la ciudad de Úzhgorod, en la frontera con Eslovaquia. Según informes, las fuerzas especiales rusas lograron avanzar casi 16 kilómetros a través de este conducto, lo que les permitió infiltrarse en la región de Kursk y tomar por sorpresa las ciudades de Kubatkin y Sudzha.
El uso de este gasoducto como ruta de infiltración es un ejemplo de la creatividad táctica de las fuerzas rusas. Equipados con plataformas de 1,5 metros de diámetro, los soldados se trasladaron en silencio, utilizando equipos de respiración para evitar la inhalación de gases nocivos. Sin embargo, la operación no estuvo exenta de complicaciones. Los soldados pasaron varios días dentro del gasoducto, enfrentándose a condiciones extremas y a la falta de suministros básicos.
### El Costo Humano de la Misión
A pesar de que la operación fue presentada como un triunfo militar, los testimonios de los soldados involucrados revelan una realidad mucho más sombría. Igor Garus, un combatiente que participó en la misión, compartió su experiencia a través de un video en el canal de Telegram Severny Kanal. Su relato destaca el sufrimiento y el caos que acompañaron a la operación. Según Garus, varios soldados sufrieron crisis mentales debido a la falta de oxígeno, y algunos incluso se suicidaron. Los cadáveres de los soldados caídos quedaron atrapados en la tubería, ya que los sobrevivientes no contaban con los medios para recuperarlos.
“Sacarlos de la tubería es toda una historia. Simplemente no había espacio… Todavía hay cadáveres tirados ahí. Solo se puede llegar con una carreta”, relató Garus, quien también mencionó que los soldados se vieron obligados a arrastrarse entre los cuerpos de sus compañeros, respirando metano y careciendo de agua y alimentos suficientes. Esta situación refleja no solo la falta de preparación logística, sino también la deshumanización que puede ocurrir en el contexto de un conflicto armado.
Según informes de medios rusos, más de 600 soldados participaron en la operación, y muchos de ellos murieron no a causa del fuego enemigo, sino por asfixia debido a las condiciones inadecuadas dentro del gasoducto. La falta de ventilación, agua potable y alimentos, así como la ausencia de comunicaciones efectivas, fueron factores que contribuyeron a las muertes de estos soldados. A pesar de que el Kremlin presentó la operación como un éxito, los testimonios de los soldados y las cifras de bajas sugieren que la realidad es mucho más compleja y trágica.
La operación ‘Flujo’ no solo ha puesto de manifiesto las limitaciones logísticas de las fuerzas rusas, sino que también ha expuesto la fragilidad de la moral de los soldados en el campo de batalla. La propaganda oficial puede intentar enmascarar el costo humano de estas operaciones, pero los relatos de quienes las vivieron revelan una verdad inquietante sobre la guerra moderna. En un conflicto donde la vida de los soldados parece ser un recurso desechable, la pregunta sobre el valor de la vida humana se vuelve cada vez más pertinente.
La operación ‘Flujo’ es un recordatorio de que, detrás de cada victoria militar, hay historias de sufrimiento y sacrificio que a menudo quedan en la sombra. A medida que el conflicto en Ucrania continúa, es fundamental prestar atención a las voces de aquellos que están en el terreno, ya que sus experiencias pueden ofrecer una perspectiva más completa sobre la realidad de la guerra y sus consecuencias devastadoras.