La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha manifestado su descontento con el Ministerio de Defensa, exigiendo una mayor transparencia y mejoras salariales para los miembros de las Fuerzas Armadas. En un comunicado reciente, la asociación ha expresado su preocupación por lo que consideran una clara disparidad en la política de inversión del ministerio, donde se priorizan los gastos en modernización y equipamiento en detrimento de las necesidades salariales del personal militar.
### Críticas a la Inversión en Modernización
ATME ha señalado que el Ministerio de Defensa ha destinado multimillonarias sumas a programas de modernización, lo cual, aunque necesario, no debería ser a expensas de las condiciones laborales y retributivas de los militares. En mayo, la asociación solicitó información sobre una partida de 679 millones de euros destinada al aumento de las retribuciones y el incremento de efectivos, parte de un plan más amplio de inversión que asciende a 10.471 millones de euros. Sin embargo, la respuesta del ministerio fue considerada “desoladora” por ATME, evidenciando una falta de deseo de transparencia y objetivos concretos.
La respuesta oficial del Ministerio indicaba que el desarrollo del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y Defensa debería ser objeto de valoración y análisis, pero sin incluir a las asociaciones profesionales en este proceso. Esta falta de comunicación ha generado un clima de desconfianza y frustración entre los miembros de ATME, quienes sienten que sus preocupaciones no son tomadas en cuenta.
### Desprecio a las Asociaciones Profesionales
La crítica de ATME no se limita a la falta de transparencia en la inversión. La asociación ha denunciado un creciente desprecio por parte del Ministerio hacia las organizaciones que representan a los militares. Un ejemplo de esto es la ausencia de la ministra Margarita Robles en las reuniones del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS), donde se discuten temas cruciales para el bienestar del personal militar. Esta actitud contrasta notablemente con su interés reciente en reunirse con sindicatos de trabajadores civiles del ministerio, lo que ha llevado a ATME a cuestionar la equidad en el trato hacia diferentes grupos dentro del Ministerio de Defensa.
ATME ha enfatizado que, a pesar de su descontento, apoyan a los trabajadores civiles del ministerio y comparten sus demandas de mejoras salariales. Sin embargo, la asociación exige que el mismo nivel de atención y consideración se aplique a los militares, quienes también son parte fundamental del sistema de defensa del país.
La situación actual ha llevado a ATME a advertir que, si se producen mejoras salariales antes de fin de año, es probable que los militares y las asociaciones se enteren a través de los medios de comunicación, en lugar de recibir información directa del ministerio. Esta falta de comunicación ha sido un punto recurrente en las quejas de la asociación, que considera que el bienestar de los militares debería ser una prioridad en la agenda del Ministerio de Defensa.
La crítica de ATME se enmarca en un contexto más amplio de tensiones entre el gobierno y las fuerzas armadas, donde las demandas de los militares por mejores condiciones laborales y salariales chocan con las decisiones de inversión del ministerio. La asociación ha instado al ministerio a reconsiderar sus prioridades y a involucrar a las asociaciones profesionales en el proceso de toma de decisiones que afecta a los militares.
En resumen, la ATME ha alzado la voz para exigir no solo mejoras salariales y profesionales, sino también un cambio en la forma en que el Ministerio de Defensa se comunica y colabora con las asociaciones que representan a los militares. La falta de transparencia y el desprecio hacia estas organizaciones son cuestiones que, según ATME, deben ser abordadas urgentemente para garantizar el bienestar de quienes sirven en las Fuerzas Armadas.