La llegada del verano trae consigo un aumento significativo en la afluencia de turistas a las provincias andaluzas, lo que se traduce en un incremento de la actividad en el sector de la hostelería. Sin embargo, este crecimiento no está exento de desafíos, especialmente en lo que respecta a la disponibilidad de mano de obra cualificada y las condiciones laborales. En 2024, Andalucía representaba más del 17% del total nacional de ocupados en el sector, con una media de 321.297 empleados. A medida que nos adentramos en 2025, la situación se complica con la reciente aprobación de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la posible implementación de la reducción de la jornada laboral.
**Condiciones Laborales y Mano de Obra en la Hostelería**
El panorama laboral en la hostelería andaluza es complejo. David Casado, responsable de hostelería de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras en Andalucía, destaca que el verdadero problema no es la falta de mano de obra, sino las condiciones laborales que se ofrecen. Según él, la precariedad laboral es un obstáculo que impide la consolidación de plantillas estables y profesionalizadas. Por otro lado, Javier Frutos, presidente de la Federación de Hostelería de Andalucía, defiende que el sector genera empleo de calidad y es fundamental para la economía regional, representando el 70% del PIB.
La falta de mano de obra cualificada es un tema recurrente en las conversaciones entre empresarios y sindicatos. Frutos señala que este problema no es exclusivo de la hostelería y hace un llamado a las escuelas de formación para que se involucren más en la preparación de los futuros trabajadores del sector. A pesar de que muchos empresarios están dispuestos a ofrecer salarios competitivos y oportunidades de desarrollo profesional, la percepción de la hostelería como un sector con jornadas interminables y bajos salarios persiste entre los potenciales empleados.
Los sindicatos, por su parte, argumentan que muchas vacantes no se cubren debido a la falta de derechos laborales efectivos y a la explotación que sufren los trabajadores, especialmente en pequeñas empresas y negocios de playa. La informalidad en las contrataciones y los pagos en ‘B’ son prácticas que se han vuelto comunes, lo que agrava la situación. La pregunta que surge es si las condiciones laborales son lo suficientemente atractivas para retener a los trabajadores con experiencia que han abandonado el sector en los últimos años.
**Impacto del Salario Mínimo y la Reducción de Jornada**
La reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional ha tenido un impacto notable en la hostelería andaluza, beneficiando principalmente a mujeres mayores de 35 años y a jóvenes. Sin embargo, los sindicatos advierten que algunas empresas intentan eludir esta obligación mediante la absorción de complementos o la reducción encubierta de jornadas. Esto ha llevado a un llamado a una mayor supervisión por parte de la inspección laboral y de los sindicatos.
Frutos, en representación de la patronal hostelera, argumenta que los convenios de hostelería ya ofrecen salarios superiores al SMI, con ayudantes de cocina y camareros ganando alrededor de 1.500 euros. Sin embargo, un informe de los hosteleros andaluces indica que el aumento de los costes laborales ha llevado a una retención de talento y a una disminución en la rentabilidad, comparada con los niveles de 2019, antes de la pandemia.
La posible implementación de la reducción de la jornada laboral plantea otro desafío para el sector. Aunque algunos ven esta medida como una oportunidad para dignificar el empleo, otros la consideran un obstáculo para las negociaciones de los convenios colectivos. Javier Frutos destaca que, con 1,8 millones de personas trabajando en la hostelería y 300.000 empresas en el sector, una reducción del 6% en la jornada laboral podría tener un impacto económico significativo, estimado en más de 2.500 millones de euros.
La hostelería andaluza se enfrenta a un verano lleno de oportunidades, pero también de retos. La necesidad de mejorar las condiciones laborales y atraer a trabajadores cualificados es más urgente que nunca. Con un sector que ha demostrado ser un pilar fundamental de la economía regional, es esencial que tanto empresarios como sindicatos trabajen juntos para crear un entorno laboral que no solo atraiga a nuevos empleados, sino que también retenga a aquellos que ya han hecho de la hostelería su carrera.