Recientemente, los ministros de Transporte de la Unión Europea (UE) han tomado la decisión de modificar la normativa que regula los derechos de los pasajeros aéreos. Este cambio implica un aumento en el tiempo de retraso necesario para que los viajeros puedan reclamar compensaciones económicas, pasando de tres a cuatro horas. Esta medida ha generado controversia, especialmente entre países como España, Alemania, Portugal y Eslovenia, que consideran que esta modificación representa un retroceso en los derechos de los pasajeros. Aún queda por negociar este acuerdo con el Parlamento Europeo, lo que podría llevar a más cambios en el futuro.
### Detalles de la Nueva Normativa
La nueva normativa establece que los pasajeros de vuelos que se retrasen cuatro horas podrán reclamar una compensación de 300 euros si el trayecto es de 3.500 kilómetros. Para los vuelos que superen esta distancia y se retrasen seis horas, la compensación asciende a 500 euros. En comparación, la legislación actual prevé compensaciones de 250 euros para retrasos de tres horas o más en vuelos de hasta 1.500 kilómetros, 400 euros para trayectos entre 1.500 y 3.500 kilómetros, y 600 euros para vuelos más largos.
Además de los cambios en las compensaciones, la revisión del Reglamento de Derechos de los Pasajeros Aéreos también introduce nuevos derechos para las personas con discapacidad o problemas de movilidad. Se propone que las aerolíneas faciliten a los pasajeros un formulario automático para presentar sus reclamaciones, lo que podría simplificar el proceso para aquellos que se vean afectados por retrasos o cancelaciones.
La presidencia polaca del Consejo de la UE ha calificado este acuerdo como “histórico”, ya que se basa en una propuesta inicial presentada por la Comisión Europea en 2013. Sin embargo, el acuerdo final representa una rebaja respecto a la propuesta original, que sugería aumentar el tiempo de retraso necesario para reclamar compensaciones a cinco horas. A lo largo de las negociaciones, varios países que inicialmente se mostraron reacios, como Eslovaquia, Bélgica, Países Bajos e Italia, han terminado apoyando el acuerdo.
### La Postura de España y Otros Países
El secretario de Estado español de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, ha expresado su oposición a la última versión del texto, argumentando que elevar el umbral de horas de retraso para obtener compensación es una “línea roja” para España. Santano ha señalado que este acuerdo “empeora claramente la posición de los viajeros en nuestro territorio”, subrayando que el tema es especialmente sensible en España, donde el turismo y los viajes aéreos son fundamentales para la economía.
A pesar de su oposición, el secretario de Estado ha reconocido que se han logrado algunos avances en la negociación y que ciertos aspectos de interés para España han sido incluidos en el acuerdo. Sin embargo, la falta de claridad en la definición de “problemas técnicos” que podrían eximir a las aerolíneas de pagar indemnizaciones ha sido otra de las preocupaciones planteadas por España. Santano ha advertido que existe el riesgo de que cualquier fallo técnico sea utilizado como una excusa para evitar compensaciones, lo que podría perjudicar a los pasajeros.
Alemania también ha manifestado su preocupación, afirmando que el acuerdo podría reducir el nivel de protección de los consumidores. Portugal, por su parte, ha calificado inaceptable el aumento en las horas de indemnización, argumentando que como país periférico, esta medida podría afectar negativamente a sus ciudadanos.
Las aerolíneas, así como aquellos que apoyan la flexibilización del régimen de indemnizaciones, argumentan que la estricta política de compensaciones a veces las lleva a cancelar vuelos en lugar de pagar por los retrasos. Sin embargo, los países que prefieren mantener el límite de tres horas sostienen que este argumento no está respaldado por datos concretos y que los derechos de los pasajeros deben ser priorizados.
El comisario europeo de Transportes, Apostolos Tzitzikostas, ha instado a los Estados miembros a encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos de los pasajeros y la viabilidad de las aerolíneas. Durante el debate, Tzitzikostas advirtió que no alcanzar un acuerdo podría tener consecuencias significativas para los pasajeros, lo que subraya la importancia de llegar a un consenso en este tema.
La asociación europea de consumidores, BEUC, ha criticado la intención de los países de la UE de revertir derechos clave de los pasajeros aéreos, señalando que la mayoría de los retrasos se sitúan entre las dos y las cuatro horas. Esta situación ha llevado a la asociación a pedir a los eurodiputados que mantengan una postura firme en la defensa de los derechos fundamentales de los viajeros, en un contexto donde la protección de los consumidores parece estar en juego.