La situación en el Centro Penitenciario de Ceuta ha alcanzado un nivel alarmante, según el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM). Este grupo ha denunciado la presencia de una plaga de cucarachas que afecta tanto a internos como a trabajadores, poniendo en riesgo la salud y la seguridad alimentaria dentro del recinto. La llegada del calor ha exacerbado el problema, convirtiendo la prisión en un entorno insalubre y peligroso.
Los funcionarios y el personal laboral se ven asediados por estos insectos, que no solo invaden las áreas comunes, sino también espacios críticos como la enfermería y la cocina. La capacidad de vuelo de las cucarachas les permite acceder a lugares donde se manipulan alimentos, lo que aumenta el riesgo de contaminación. TAMPM ha solicitado medidas inmediatas al Comité de Salud Laboral, argumentando que la situación es insostenible y requiere atención urgente.
### La Plaga y sus Consecuencias
La plaga de cucarachas en la prisión no es un fenómeno nuevo, pero ha alcanzado niveles sin precedentes desde la apertura del centro en 2017. Según el sindicato, los módulos residenciales son los más afectados, donde los trabajadores han reportado picaduras de mosquitos y la presencia constante de cucarachas. Esta situación no solo genera una sensación de asco, sino que también puede tener repercusiones psicológicas significativas para el personal, afectando su bienestar y calidad de vida.
Los insectos no solo provienen del exterior; TAMPM ha señalado que parece haber una reproducción interna en el área de vigilancia, lo que complica aún más el control de la plaga. Los funcionarios han observado cucarachas cayendo desde los puntos de iluminación hacia las áreas donde consumen alimentos, lo que representa un riesgo directo para la salud de todos los que trabajan en el centro.
La presencia de cucarachas en la prisión plantea serios riesgos para la seguridad alimentaria. Estos insectos son conocidos por ser portadores de diversas enfermedades, incluyendo salmonelosis, hepatitis infecciosa y gastroenteritis. La contaminación de alimentos y superficies a través de sus excrementos es una preocupación constante, y TAMPM ha enfatizado que la dirección del centro no ha tomado en serio la magnitud del problema.
### Propuestas para Solucionar la Crisis
Ante esta situación crítica, TAMPM ha propuesto un conjunto de medidas que consideran esenciales para controlar la plaga de cucarachas. Entre las acciones sugeridas se encuentran:
1. **Limpieza Rigurosa**: Implementar un programa de limpieza diaria y profunda en todas las áreas del centro, con especial atención a las zonas más afectadas.
2. **Gestión de Residuos**: Asegurar que los residuos se gestionen adecuadamente para evitar que se conviertan en un foco de atracción para los insectos.
3. **Sellado de Grietas**: Realizar un sellado exhaustivo de grietas y aberturas que puedan servir como puntos de entrada para las cucarachas.
4. **Almacenamiento de Alimentos**: Garantizar que todos los alimentos se almacenen de manera hermética para prevenir la contaminación.
5. **Desinsectación Periódica**: Llevar a cabo tratamientos de desinsectación con productos específicos, supervisados por profesionales, para asegurar su efectividad y seguridad.
El sindicato también ha señalado que la desinsectación por sí sola no es suficiente. Es crucial controlar todo el ciclo de vida de las cucarachas y adaptar el tratamiento a la especie específica que se encuentra en el centro. Además, han advertido que las cucarachas han desarrollado resistencia a muchos insecticidas, lo que hace necesario un estudio previo por parte de expertos para abordar el problema de manera efectiva.
La situación en el Centro Penitenciario de Ceuta es un claro ejemplo de cómo la falta de atención a las condiciones de salubridad puede derivar en una crisis sanitaria. La denuncia de TAMPM resalta la necesidad de que las autoridades tomen medidas inmediatas para restaurar un entorno seguro y saludable tanto para los internos como para el personal. Sin acciones concretas, la plaga de cucarachas no solo seguirá creciendo, sino que también podría convertirse en un problema de salud pública más amplio, incumpliendo las normativas vigentes sobre seguridad y salud laboral.