El voleibol en Ceuta ha encontrado en Sergio Mena a uno de sus más fervientes defensores y promotores. Desde sus inicios en el deporte, Mena ha demostrado una dedicación inquebrantable hacia esta disciplina, convirtiéndose en una figura clave en el desarrollo del voleibol en la ciudad. Su historia es un testimonio de pasión, esfuerzo y un compromiso constante por elevar el perfil del voleibol en una región donde este deporte aún lucha por reconocimiento.
### Un Viaje Deportivo Desde la Infancia
Desde muy joven, Sergio Mena mostró un interés notable por el deporte. Influenciado por su tío, quien lo llevaba a ver partidos de fútbol y atletismo, Mena comenzó a practicar diversas disciplinas. Aunque el fútbol fue su primer amor, participando en torneos y competiciones a nivel nacional, su curiosidad lo llevó a explorar otras actividades deportivas. “Siempre quise aprender más”, comenta Mena, quien no dudaba en inscribirse en cualquier curso que se presentara, desde natación hasta windsurf.
Su vida dio un giro significativo cuando decidió estudiar Magisterio. Durante esta etapa, Mena se topó con el voleibol, un deporte que rápidamente capturó su atención. “Comencé a practicarlo con mis amigos, improvisando pistas con redes y palos de PVC”, recuerda. Este primer contacto con el voleibol fue el inicio de una trayectoria que lo llevaría a convertirse en un líder en la comunidad deportiva de Ceuta.
### Liderazgo y Compromiso con el Voleibol
La pasión de Mena por el voleibol lo llevó a involucrarse activamente en la Federación de Vóley de Ceuta. Su dedicación no pasó desapercibida, y pronto fue nombrado coordinador, donde tuvo la oportunidad de revitalizar el deporte en la región. A pesar de los desafíos que enfrentó, como la falta de instalaciones adecuadas y la competencia con otros deportes más populares, Mena logró implementar una liga que atrajo a numerosos jóvenes.
“Era más que una competición para mí”, afirma Mena. Su enfoque siempre ha sido fomentar el compañerismo y la diversión, creando un ambiente donde los niños pudieran disfrutar del voleibol. A pesar de las dificultades, como la falta de un lugar fijo para entrenar, Mena y su equipo lograron organizar torneos y eventos que mantuvieron vivo el interés por el voleibol en Ceuta.
Sin embargo, la falta de apoyo institucional y la escasez de recursos han sido obstáculos constantes. Mena ha sido un defensor incansable de la necesidad de mejorar las infraestructuras deportivas en la ciudad, argumentando que esto podría ayudar a elevar el perfil del voleibol y atraer a más jóvenes a la disciplina. “Ceuta tiene potencial, pero necesitamos dar ese paso para que el voleibol sea más visible”, sostiene.
### Un Futuro Brillante a Pesar de los Desafíos
Después de casi una década al frente de la federación, Mena decidió dar un paso al lado para permitir que nuevas energías lideraran el camino. Sin embargo, su amor por el voleibol no ha disminuido. A pesar de haber sido intervenido quirúrgicamente en la rodilla recientemente, Mena mantiene la esperanza de volver a las canchas. “Espero estar de vuelta en septiembre u octubre”, dice con optimismo.
El impacto de Mena en el voleibol ceutí es innegable. Ha inspirado a muchos jóvenes a seguir sus pasos, y su legado continúa a través de aquellos que ha entrenado y guiado. La comunidad de voleibol en Ceuta está en constante crecimiento, y Mena ha sido fundamental en este proceso.
Además de su labor como entrenador y líder, Mena ha cultivado un sentido de comunidad entre los jugadores. “El voleibol es un deporte que fomenta la amistad”, explica. A menudo, los jugadores de diferentes equipos se reúnen fuera de las competiciones para entrenar juntos, creando lazos que trascienden la rivalidad deportiva.
La historia de Sergio Mena es un ejemplo de cómo la pasión y el compromiso pueden transformar una comunidad. A medida que el voleibol en Ceuta sigue evolucionando, su influencia perdurará, inspirando a futuras generaciones a abrazar este deporte y a trabajar por su crecimiento en la región. Con su dedicación y amor por el voleibol, Mena ha dejado una huella imborrable en la historia del deporte en Ceuta.