La historia del fútbol en Ceuta ha dado un giro inesperado y emocionante gracias a la dedicación y esfuerzo de un hombre: Luhay Hamido. Desde que asumió la presidencia de la AD Ceuta hace ocho años, su objetivo ha sido claro: llevar al club a la Segunda División del fútbol español. Con un trabajo incansable y un compromiso inquebrantable, Hamido ha logrado lo que parecía un sueño lejano, resucitando un equipo que estaba en las últimas y llevándolo a la élite del deporte nacional.
### Un Viaje de Sacrificio y Pasión
La AD Ceuta, en sus días más oscuros, se encontraba atrapada en las categorías inferiores del fútbol español, luchando por sobrevivir en un entorno competitivo. Sin embargo, la llegada de Luhay Hamido marcó el inicio de una nueva era. Desde el primer día, su enfoque ha sido el de construir un equipo sólido y competitivo, capaz de enfrentar los desafíos del fútbol profesional. “No hay fórmulas mágicas”, afirma Hamido, quien reconoce que el camino ha estado lleno de ensayo y error, pero también de dedicación y pasión.
La historia de Hamido no es solo la de un presidente, sino la de un verdadero aficionado que ha vivido las penurias del fútbol amateur. Recuerda momentos difíciles, como cuando tuvo que actuar como fisioterapeuta en los desplazamientos del equipo, una experiencia que le ha forjado y le ha dado una perspectiva única sobre lo que significa dirigir un club. “He tenido que pinchar a los jugadores en los desplazamientos porque el fisio no podía viajar”, comenta con una sonrisa, recordando anécdotas que han sido parte de su viaje.
El ascenso a la Segunda División no solo representa un logro deportivo, sino también un símbolo de esperanza para la ciudad de Ceuta. Hamido destaca la importancia de la afición, que ha estado al lado del equipo en cada paso del camino. “La afición está espectacular, como nunca la he visto yo, y eso nos da fuerza para seguir trabajando”, dice, enfatizando el papel crucial que juegan los seguidores en el éxito del club.
### La Celebración del Ascenso y el Futuro del Club
El momento culminante de este viaje llegó con el ascenso a la Segunda División, un logro que desató una ola de celebraciones en la ciudad. La afición se volcó en las calles y en el puerto para recibir a los héroes del ascenso, creando un ambiente de euforia y alegría. Hamido recuerda la locura en el puerto, donde miles de aficionados esperaron a la expedición a la una de la mañana. “Incluso el presidente Vivas me decía que jamás había vivido algo igual. Fue algo espectacular”, relata, reflejando la emoción que se vivió en esos momentos.
El presidente de la AD Ceuta no solo se siente orgulloso de lo que ha logrado, sino que también es consciente de los desafíos que vienen con el nuevo estatus del club. Las reuniones con La Liga se han vuelto frecuentes, y la planificación para el futuro es crucial. “Al haberlo conseguido antes, tenemos un poco de margen de tiempo para hablar con la Liga y realizar las actuaciones convenientes”, explica, subrayando la importancia de estar preparados para competir en la nueva categoría.
Además, Hamido ha recibido el apoyo de la Ciudad y de los partidos políticos, quienes han entendido que el Ceuta es el equipo de todos los ceutíes. Este respaldo es fundamental para el crecimiento y desarrollo del club en el futuro. “La Ciudad, el Gobierno, la Asamblea han entendido que el Ceuta es el equipo de todos los ceutíes”, afirma, agradeciendo la colaboración que han recibido.
La historia de Luhay Hamido y la AD Ceuta es un testimonio de cómo la pasión, el trabajo duro y el apoyo de la comunidad pueden transformar un sueño en realidad. Con los pies en la tierra y la mirada en el futuro, Hamido sigue comprometido con su misión de llevar al Ceuta a nuevas alturas, asegurando que la ciudad tenga un equipo del que sentirse orgullosa en el panorama del fútbol español. La aventura apenas comienza, y el camino hacia el éxito está lleno de oportunidades y desafíos que el club está listo para enfrentar.