La Asamblea de Ceuta ha dado un paso significativo en la gestión de los recursos hídricos de la ciudad al aprobar un nuevo convenio con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este acuerdo permitirá a la Ciudad Autónoma hacerse cargo de la gestión de la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) y de la Instalación Desalinizadora de Agua de Mar (IDAM) durante un periodo de diez años. Esta decisión es crucial, dado que Ceuta enfrenta desafíos únicos relacionados con el abastecimiento de agua, debido a su ubicación geográfica y la escasez de recursos hídricos naturales.
### Un Convenio Estratégico para la Gestión del Agua
El nuevo convenio sustituye al firmado en 2017 y ha sido respaldado por informes favorables de la Abogacía del Estado y de los servicios jurídicos locales. El consejero de Fomento, Alejandro Ramírez, destacó que este acuerdo no solo permitirá la gestión de la ETAP, que produce 5.000 metros cúbicos de agua, sino que también facilitará la puesta en funcionamiento de la nueva desalinizadora, lo que se traduce en un ahorro significativo en los costos de gestión. Hasta ahora, la ciudad había estado utilizando una planta desalinizadora antigua, que ya no será necesaria gracias a la nueva infraestructura.
El convenio también establece la creación de una Comisión Mixta de Seguimiento, que se encargará de supervisar la correcta ejecución del acuerdo y de coordinar las acciones entre las administraciones implicadas. Sin embargo, algunos grupos políticos, como MDyC, han expresado su preocupación por la falta de reuniones durante la vigencia del anterior convenio, lo que podría afectar la efectividad de esta nueva comisión.
### Implicaciones Políticas y Sociales
El respaldo a este convenio ha sido casi unánime entre los grupos políticos de la Asamblea, con la excepción de Vox, que optó por la abstención. La portavoz de MDyC, Fátima Hamed, cuestionó la decisión de no ceder la titularidad de las instalaciones a la Ciudad, como se había acordado en el convenio anterior. Ramírez defendió que esta decisión fue tomada por los servicios jurídicos del Ministerio, argumentando que las infraestructuras de agua son consideradas “críticas y estratégicas” y, por lo tanto, deben permanecer bajo la titularidad del Estado.
Este acuerdo es vital para garantizar la continuidad y sostenibilidad del suministro de agua potable en Ceuta. La ciudad ha enfrentado históricamente problemas de abastecimiento, lo que ha llevado a la necesidad de implementar soluciones a largo plazo. El nuevo convenio incluye obligaciones específicas para la Ciudad Autónoma, como el mantenimiento y explotación de las instalaciones, así como la obtención de las licencias necesarias y el cumplimiento de la normativa vigente.
Por su parte, el Estado se compromete a conservar el derecho de acceso y supervisión de las instalaciones, así como a gestionar los tributos derivados de su uso. Este marco de colaboración busca asegurar que tanto la administración local como la central trabajen de manera coordinada para abordar los desafíos hídricos de Ceuta.
La importancia de este convenio se hace aún más evidente en el contexto de la reciente noticia sobre el fallecimiento del Papa Francisco, que fue mencionado durante la sesión del Pleno. El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, solicitó un minuto de silencio en honor al Papa, lo que refleja la sensibilidad del momento y la necesidad de unidad en la comunidad ante los retos que enfrenta.
En resumen, la gestión del agua en Ceuta es un tema de gran relevancia que afecta a todos los ciudadanos. La aprobación de este nuevo convenio representa un avance significativo en la búsqueda de soluciones sostenibles para el abastecimiento de agua, y la colaboración entre las distintas administraciones será clave para su éxito. La ciudad se enfrenta a un futuro donde la gestión eficiente de los recursos hídricos será fundamental para garantizar la calidad de vida de sus habitantes.