La Semana Santa en Córdoba es un evento que atrae a miles de devotos y turistas cada año, y el Miércoles Santo no es la excepción. Este día, marcado por la tradición y la devoción, se vivió con intensidad en las calles de la ciudad, donde las cofradías salieron a rendir homenaje a sus imágenes sagradas. A pesar de la amenaza de lluvia, el cielo se mantuvo mayormente despejado, permitiendo que la festividad se desarrollara con normalidad y alegría.
La jornada comenzó con la salida de la hermandad del Perdón, que se hizo notar en la Judería cordobesa. Los nazarenos, vestidos con sus túnicas, cruzaron las calles mientras el sonido de las cornetas de la banda de la Coronación de Espinas resonaba en el aire. El paso de misterio, adornado con flores en tonos malvas y morados, avanzó con solemnidad, llevando consigo la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón. La atmósfera se llenó de fervor religioso y emoción, marcando el inicio de una jornada que prometía ser memorable.
### La Belleza de las Cofradías en el Corazón de Córdoba
A medida que avanzaba la tarde, la Virgen del Rocío y Lágrimas también hizo su aparición, acompañada por la banda Tubamirum de Cañete de las Torres. La imagen, que lucía un palio recién estrenado, se adentró en las calles de la Judería, deslumbrando a los presentes con su belleza. La música cofrade, junto con el aroma de las flores, crearon un ambiente mágico que envolvió a todos los asistentes.
En el convento de Capuchinos, la hermandad de la Paz se preparaba para su salida. Con un paso dorado adornado en tonos rojos, la Virgen de la Paz y Esperanza se presentó ante un público expectante. La marcha Coronación de la Paz y Esperanza resonó en la plaza, recordando la coronación canónica de la imagen. Este año, la hermandad también presentó a la Paloma de Capuchinos, que lucía espléndida en su palio blanco, rodeada de una variedad floral que realzaba su belleza.
La jornada continuó con la salida del Señor del Calvario, que avanzaba por la plaza de San Lorenzo. Su paso, adornado con un calvario en clavel rojo, fue acompañado por la banda de Los Ángeles de Granada, creando un ambiente de profunda espiritualidad. La imagen de la Virgen del Mayor Dolor, que seguía al Señor, también atrajo la atención de los devotos, quienes se agolpaban en las calles para rendir homenaje a estas representaciones sagradas.
### La Devoción de los Cordobeses en un Miércoles Santo
El casco histórico de Córdoba se llenó de vida y fervor religioso, con miles de personas disfrutando de la belleza de las cofradías. A pesar de algunas gotas de lluvia que cayeron durante la tarde, la devoción de los cordobeses no se vio afectada. La hermandad de las Palmeras, que avanzaba por Ciudad Jardín, trajo consigo la imponente talla del Cristo de la Piedad, que este año estrenaba un soldado romano, obra de Antonio Bernal. Este Crucificado, que simboliza la unión entre el barrio de las Palmeras y la Catedral, fue recibido con entusiasmo por los fieles.
La hermandad de la Misericordia también tuvo su momento destacado, llevando a cabo su estación de penitencia con una reliquia de los Santos Mártires bajo un templete dorado. Este elemento, que evocaba las procesiones antiguas, fue llevado por acólitos, creando una imagen que quedará grabada en la memoria de los asistentes. La música de capilla acompañó a la cofradía, sumergiendo a todos en un ambiente de recogimiento y respeto.
A medida que la noche se acercaba, la hermandad de Pasión cerró la jornada con su salida por el barrio de San Basilio. La imagen del Señor de Pasión, adornada con un exorno floral en tonos rojos, avanzó bajo un cielo gris, mientras la banda Santo Tomás de Villanueva interpretaba la marcha La saeta. La Virgen del Amor, que seguía al Señor, también deslumbró a los presentes con su palio rojo, completando así una jornada llena de emociones y fervor religioso.
El Miércoles Santo en Córdoba es un día que resalta la riqueza cultural y espiritual de la ciudad. Las cofradías, con sus tradiciones y su devoción, logran unir a la comunidad en un evento que trasciende lo religioso, convirtiéndose en una celebración de la identidad cordobesa. A pesar de los desafíos que puedan surgir, la pasión y el amor por la Semana Santa siempre prevalecen, haciendo de cada Miércoles Santo una experiencia inolvidable para todos los que participan.