La Guardia Civil ha formalizado un contrato para la adquisición de 1.273 sables, que serán destinados a las academias de oficiales y suboficiales, así como a las comandancias de Ceuta y Melilla. Este contrato, que asciende a más de 150.000 euros, busca no solo reforzar la dotación ceremonial de los efectivos, sino también mantener viva una tradición histórica que forma parte del legado de esta institución.
### Un Contrato con Propósitos Claros
La Jefatura de Asuntos Económicos de la Guardia Civil ha adjudicado este contrato a la empresa madrileña Guarnicionería Roal, S.A., una pyme especializada en equipamiento ceremonial. La licitación se lanzó a finales de 2024 y se resolvió el 30 de enero de 2025, tras recibir dos ofertas. La compra tiene como objetivo dotar de sables a los alumnos de la Academia de Oficiales en Aranjuez y de la Academia de Suboficiales en San Lorenzo del Escorial, así como distribuir ejemplares adicionales a las comandancias territoriales en todo el país, incluyendo las de Ceuta y Melilla.
La necesidad de esta adquisición está vinculada al programa presupuestario de Seguridad Ciudadana, que abarca los ejercicios 2025 y 2026. Aunque el sable puede parecer un objeto puramente simbólico, es una parte integral del uniforme reglamentario en actos solemnes, representando una tradición que se remonta a los orígenes de la Guardia Civil. La institución ha decidido que estos sables se utilicen en actos de especial relevancia y como dotación básica en las academias, donde son parte del equipamiento habitual de los futuros mandos del cuerpo.
### Detalles Técnicos y Criterios de Calidad
La licitación especifica con gran detalle las características técnicas del sable. Cada unidad estará compuesta por una hoja, empuñadura, vaina, fiador y funda, con una longitud total de 950 mm y un peso de 1.120 gramos, incluyendo la vaina. Se contemplan dos modelos distintos: uno para suboficiales y otro para oficiales, con ligeras variaciones en el diseño ornamental. Los sables de oficiales se destacan por detalles como la cazoleta niquelada y bañada en oro de 24 quilates, el pomo en forma de cabeza de león y un fiador de gala en color dorado, evocando la estética clásica de la Guardia Civil. Por su parte, el modelo para suboficiales presenta un diseño más sobrio, con acabados en níquel y un fiador blanco.
Ambos modelos serán entregados con una funda de tela resistente, diseñada para asegurar la conservación del sable durante su almacenamiento o transporte. El proceso de adjudicación se ha guiado por criterios claros: un 70% del peso se otorgó al precio ofertado, mientras que el 30% restante valoró la calidad de los materiales y acabados propuestos. Las ofertas recibidas oscilaron entre los 137.229,40 euros y los 152.760 euros, siendo esta última la seleccionada por ajustarse mejor a los estándares técnicos establecidos.
Además, es importante destacar que la adjudicación se realizó exclusivamente entre pequeñas y medianas empresas, lo que refuerza el compromiso de la administración con la dinamización del tejido productivo nacional. Este tipo de adquisiciones, aunque puedan parecer un gasto ceremonial, tienen un alto valor simbólico e institucional, ya que los sables son parte del legado histórico del cuerpo y están presentes en desfiles, tomas de posesión, juras de bandera y otras ceremonias.
### Proyección Futura y Compromiso Institucional
La adquisición formalizada en abril de 2025 podría no ser la última de este tipo. Según se detalla en el expediente, el Servicio de Abastecimiento prevé continuar con dotaciones similares en años futuros si la necesidad persiste, especialmente con el relevo generacional que implica una constante renovación de mandos y efectivos en formación. La Guardia Civil, a través de estas iniciativas, busca no solo mantener su imagen y tradición, sino también asegurar que sus miembros estén debidamente equipados para representar a la institución en actos oficiales.
La importancia de contar con modelos uniformes, duraderos y representativos es clave para mantener la imagen y tradición de la Guardia Civil. Esta compra no solo refuerza la dotación ceremonial, sino que también simboliza el compromiso de la institución con su historia y su proyección hacia el futuro.