El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha dado a conocer la oficialidad del acuerdo que permite el traslado de menores extranjeros no acompañados desde Canarias y Ceuta a otras comunidades autónomas. Este acuerdo fue refrendado por el Congreso de los Diputados, donde se aprobó un real decreto ley que busca atender a aproximadamente 4.400 menores, de los cuales 4.000 se encuentran en Canarias y 400 en Ceuta.
La medida surge como respuesta a la necesidad de descongestionar los centros de acogida en estas regiones, que han visto un aumento significativo en la llegada de menores en los últimos meses. La aprobación del decreto se realizó con un resultado de 179 votos a favor, 170 en contra y una abstención, siendo los partidos Vox y PP los únicos en oponerse a la norma.
Este real decreto ley establece medidas urgentes que buscan garantizar el interés superior de la infancia y la adolescencia, especialmente en situaciones de contingencia migratoria. La situación en Ceuta ha sido particularmente crítica, con más de 420 menores acogidos en diferentes recursos habilitados por la Ciudad, algunos de los cuales se encuentran en condiciones inadecuadas, como en naves del Tarajal, lo que ha generado tensiones y problemas de conducta.
Para llevar a cabo estos traslados, se ha programado una reunión sectorial de Infancia y Adolescencia para el 28 de abril, donde se definirán los detalles de la ejecución del plan. El Gobierno ha asegurado que no se aplicarán criterios políticos en el reparto de menores, sino que se utilizarán parámetros como la población de cada comunidad, la renta per cápita, el nivel de desempleo y la capacidad de acogida.
Los criterios establecidos para el traslado de menores son variados. El 50% del peso en la decisión se basa en la población de cada comunidad autónoma, seguido de un 13% que considera la renta per cápita y el nivel de desempleo. Además, un 6% del reparto se determinará en función del número de menores acogidos en los últimos seis meses, y un 2% dependerá de la dispersión demográfica. La norma también establece que los menores deberán ser trasladados a territorios que no sean insulares y que no se encuentren en la frontera.
Una vez que se obtenga el respaldo político, se sentarán las bases para organizar los traslados. En el caso de Ceuta, la situación es delicada, ya que la sobreocupación en los centros ha llevado a un aumento de tensiones y conflictos. La Ciudad ha reconocido que la situación actual no es sostenible y que es necesario actuar para evitar un colapso en la atención a estos menores.
Sin embargo, la medida no ha estado exenta de controversia. Comunidades autónomas como Baleares han manifestado su oposición a acoger a menores trasladados desde otras regiones, y han anunciado la intención de presentar recursos ante el Tribunal Constitucional. Esta postura refleja un creciente rechazo en varias regiones a asumir la responsabilidad de la acogida de menores que han llegado a través de rutas migratorias.
Melilla, por su parte, también ha expresado su preocupación por la posibilidad de tener que acoger a menores de otros territorios, dado que la ciudad ha enfrentado presiones migratorias significativas en el pasado. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha señalado que la situación podría repetirse, lo que llevaría a la ciudad a solicitar ayuda a otras comunidades.
El Gobierno central ha defendido que la medida es necesaria para garantizar el bienestar de los menores y para aliviar la carga que enfrentan las comunidades más afectadas por la llegada de inmigrantes. Sin embargo, la implementación de este plan dependerá de la colaboración y disposición de las comunidades autónomas para acoger a los menores que serán trasladados.
En resumen, la aprobación del real decreto ley para el traslado de menores extranjeros no acompañados representa un paso significativo en la gestión de la crisis migratoria en España, aunque su éxito dependerá de la capacidad de las comunidades autónomas para asumir esta responsabilidad y de la voluntad política para abordar las tensiones que surgen en torno a este tema.